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SIETE TRUCOS

Optimizar el trabajo en equipo, clave en toda organización

Un equipo bien organizado puede llegar a alcanzar la sinergia, sentirse motivado por cada uno de los miembros, plantea ideas y soluciones más creativas debido a los diferentes puntos de vista.

Hechosdehoy / Edith Gómez
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Según Gananci, el trabajo en equipo es la clave en cualquier organización, ya que potencia los límites de productividad y eficacia de cada individuo para lograr un fin común. Sin embargo, esto suele dificultarse por la diferencia de cada carácter de cada individuo, ocasionando que haya roces entre sus ideas y objetivos. Es necesario dejar a un lado las diferencias para lograr encaminarse en la visión que tiene cada institución. 

Se necesita un líder

Es cierto que cada miembro del equipo es importante, pues cada uno aporta algo único al trabajo que se realiza. Pero cada miembro tiene una visión diferente que, aunque todas sean en pro del objetivo, pueden no ser las más eficaces.

Siempre es necesario que exista un responsable del grupo, capaz de gestionar las diferencias que puedan surgir entre los miembros, escuchar cada propuesta y encaminarse hacia la más beneficiosa, que sea capaz de motivarlos a mejorar su rendimiento, por esta razón, queremos enseñarte cómo ser un líder.

Sé claro respecto a tus expectativas

Es importante que se establezcan objetivos claros y responsabilidades compartidas que contribuyan a que el equipo se desempeñe de manera eficiente. De igual manera se debe tener en claro el papel de cada miembro en el cumplimiento de este objetivo, cada miembro necesita saber qué resultados se esperan de él y en qué plazo se espera que lo cumpla.

Visión común

Por más diferencias que se puedan presentar entre los miembros, todos deben trabajar para alcanzar un mismo objetivo. Un equipo que tiene un objetivo en común, se mantiene enfocado hacia él, obteniendo confianza, cada miembro debe comprender no sólo lo que debe hacer, sino para qué debe hacerlo.

Identifica los roles en el grupo

Así como reconocemos nuestras diferencias individuales, debemos tomar en cuenta las fortalezas y debilidades de cada integrante del equipo.

Cada miembro del grupo tiene talentos y habilidades que deben ser explotadas para conseguir el objetivo planteado, de esta manera cada individuo podrá crecer en su área de mayores fortalezas.

Clima laboral

La comunicación es la clave para mantener un clima laboral ameno en el que dominen las buenas relaciones y exista confianza. Esto no se logra mágicamente, es necesario crear momentos agradables donde los compañeros se relacionen y creen vínculos, para de esta manera evitar la incomodidad o tensión que pueda generar malestar entre los integrantes.

Estos espacios pueden ser planificados por el líder, donde se apliquen estrategias grupales que permitan la unión entre los miembros.
 
Plan de contingencia

Todos los seres humanos son diferentes, por lo tanto, es normal que existan diferencias entre los integrantes, y que cada miembro tenga una postura diferente que quiera defender. Para evitar los problemas que esto pueda generar, es necesario contar con un plan de contingencia que marque claridad desde un principio los pasos a seguir en caso de que surja esta situación. De esta manera se mantienen claras e imparciales las reglas del juego y las diferencias personales no trascenderán significativamente.

Participa en su evaluación positiva

Para poder visualizar el progreso de un equipo es necesario una evaluación tanto personal como grupal. Esta evaluación no debe enfocarse únicamente en resaltar los errores que cometió un individuo o el grupo, debe focalizarse en resaltar los puntos positivos, que habilidades se pueden potencializar, qué acciones se pueden mejorar, qué destrezas ayudaron en el trabajo.

En cuanto a los errores, no deben remarcarse como errores, deben verse como una oportunidad de corregir, como aspectos a fortalecer, sin empeñarse en resaltarlos ya que puede hacer que el equipo se sienta desmotivado.

Al pensar en trabajo en equipo muchos lo relacionan con diferencias y discusiones, sin pensar en los beneficios que éste trae a una organización. Un equipo bien organizado puede llegar a alcanzar la sinergia, sentirse motivado por cada uno de los miembros, plantea ideas y soluciones más creativas debido a los diferentes puntos de vista.

En ocasiones puede llegar a ser difícil, pues lo que hace único a cada miembro son sus maneras de ver las cosas y su necesidad de defender este punto de vista, sin embargo, al plantearse un objetivo en común y dejar claras las funciones, no es imposible, de hecho, facilita el logro del objetivo pues cada individuo se enfoca en una función, reduciendo el tiempo y el esfuerzo que supondría para una sola persona lograr el mismo objetivo.
 


Edith Gómez es editora en Gananci, apasionada del marketing digital, especializada en comunicación online. Se niega a irse a la cama cada noche sin haber aprendido algo nuevo. Le inquietan las ideas de negocio y, más aún, aportar una mirada creativa al pequeño mundo en el que vivimos.
Twitter: @edigomben
 

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