Hace una semana, Georgina Rodríguez presentó a través de la red social a Alana Martina, su primera hija con Cristiano Ronaldo; cuatro días más tarde, compartió, zanjando los rumores sobre su mala relación con la madre del futbolista, una familiar instantánea en la que se ve a la recién nacida y a sus hermanos mellizos junto a sus tías y su abuela.
Lejos de seguir publicando instantáneas sobre su hija, en su última publicación se centro en ella misma: un vídeo de una sesión de entrenamiento en el gimnasio que ha enfurecido a muchas madres.
Georgina Rodríguez retomó el ejercicio solo nueve días después de dar a luz. En las imágenes colgadas en su Instagram se puede verla realizando varios ejercicios con una pelota de peso y haciendo sentadillas en uno de los centros de entrenamiento que lleva el nombre del delantero del Real Madrid.
Casi recuperada por completo del parto, la joven de 22 años ha desatado todo tipo de reacciones con su entrenamiento, generando un encendido debate sobre la idoneidad de hacer o no deporte durante el posparto.
Son mayoría los comentarios que critican su rápida vuelta a la rutina deportiva. Hay quien censura que anteponga la belleza a la salud, defendiendo que tras un parto natural no esta indicado este tipo de ejercicios hasta los tres meses.
Georgina no ha sido el único blanco de este tipo de juicios. Malena Costa, experta en veloces recuperaciones tras dar a luz, tuvo que soportar todo tipo de comentarios por aparecer en bikini, con un cuerpo estupendo, solo diez días después de naciese su segundo hijo, Mario.
Georgina Rodríguez nació en Jaca, Huesca, y tan solo tiene 23 años. De padre murciana y padre argentino, Georgina dedicó 15 años al ballet en la academia de Susana Ara, su gran pasión desde que era niña, tras lo que tomó la decidió mudarse a Madrid para buscar una oportunidad en el mundo de la moda.
Este viaje lo costeó trabajando en un bar de copas. Antes de instalarse de manera definitva en la capital, Georgina estuvo una temporada viviendo en Bristol para mejorar su inglés, trabajando como au pair para una familia de allí.
Fue entonces cuando consiguió trabajo en la tienda que Gucci tiene en la milla de oro madrileña, puesto que acabó perdiendo debido al permanente acoso de los paparazzis tras conocerse su relación con Cristiano Ronaldo.