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EL OTRO RAFA

St. Jude: Daniel Berger (-10) repite victoria ante una gran Rafa Cabrera Bello (-8)

El de Gran Canaria tuvo una destacable actuación en el FedEx St. Jude Classic, que transmite muchas y buenas sensaciones para la parte álgida de la temporada con dos majors a la vista.

Hechosdehoy / José Ángel Domínguez Calatayud
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En la tercera jornada del FedEx St. Jude Classic la mejor vuelta fue 65 golpes. La hicieron tres jugadores: Scott Stallings, Tyrone van Aswagen y Rafa Cabrera Bello.
Pero sólo al español le sirvió para alcanzar el liderato.

En la cuarta y definitiva ronda, salía compartiendo partido estelar con Stewart Cink. En la Europa deportiva aún perduraban los ecos de celebración de la décima copa de Roland Garrós, ganada de modo asombroso por Rafa Nadal. Nunca hubo nada igual en tenis y con todo motivo había que celebrarlo. ¡Bravo, Rafa! decía una gran pancarta desplegada en la cancha Philippe Chatrier de la capital francesa. ¡Bravo, Rafa! rugían las voces y palpitaban los corazones. ¡Bravo, Rafa! decimos con tanta gente.

A esa hora Memphis, Tennessee, desperezaba la mañana de domingo. Las noticias de la radio lo proclamaban: “Buenos días, memphisianos. Aquí en la  WMFS breaking news… lo último de tenis… el español Rafa Nadal conquista la décima copa Roland Garrós…bla, bla, bla. Arriba eso corazones memphisianos. Y ahora conectamos con nuestra corresponsal Susy en el FedEx St. Jude Classic. Golf del grande para escucharlo aquí en la  WMFS su emisora amiga”.

A lo mejor en su hotel el otro Rafa Rafa Cabrera Bello – tenía encendida la radio o quizás pudo ver el final en televisión antes de partir para el TPC Southwind. Si el manacorí había alcanzado su reto, el grancanario tenía su particular desafío: ganar otra vez un torneo; el último data de 2012 (Dubai Desert Classic). También sería su primera victoria en el Circuito Americano de la PGA. Partía con buenas sensaciones y en el lugar de privilegio ganado las tres fechas previas.

Empezó con par en los tres primeros hoyos y cometió doble bogey al caer al agua en el hoyo 4 perdiendo el primer puesto. En ese momento subía a ese puesto Phil Mickelson, para compartirlo con Stewart Cink y Ben Crane.

En los siguientes hoyos se montó una manifestación autorizada en el primer puesto con Rafa Cabrera Bello entre los más activos, tras recuperar con un birdie en el 8 un de los golpes perdidos.

Empezaba la tarde, la hora de la siesta en Memphis y hasta el juego en el TPC Southwind se amansaba. Sólo nos faltaba escuchar a Elvis Presley – aquí murió en un agosto de hace 40 años –  susurrando aquel “Love me tender” con esa estrofa que parece escrita para el vencedor “Love me true/All my dreams fufilled”, pues quien sale al campo lo hace con sueños fuertes que aspira ver cumplidos.

Y en golf – en esto igual que en el amor – lo que no son sueños cumplidos, son pesadillas torturadoras. En el caso de los primeros nueve hoyos de Rafa el instrumento de tortura estaba siendo el putter; precisamente en el hoyo 9, un nuevo fallo de putt le situaba +2 en la jornada y perdía el puesto de cabeza.

¿Podrían llegar los birdies en lo que quedaba de recorrido? ¿Volvería la magia de los putts certeros?

Lo que pasó es que pasó de casi todo. Phil Mickelson quedó tocado con un fuera límites y agua para un triple bogey en el hoyo 12. Ben Crane perfectamente hundido con cuatro bogeys, tres de ellos seguidos, en los últimos hoyos. Y Stewart Cink en parecida situación tras cometer bogey en el hoyo 10 y doble bogey en el hoyo 11.

Se sucedieron como líderes en Casa Club Billy Horschel (-8), con un vueltón de 64 golpes, y Charl Schwartzel (-9). Estupendos pero inútiles esfuerzos cuando Daniel Berger, todo pilas,  se coló con un -10.

En esos momentos Rafa Cabrera Bello, jugaba el hoyo 16 y en la pizarra marca -8: es decir tenía que reducir al menos dos golpes para asegurarse el desempate. Sin embargo ni en ese par 5 consiguió mejorar: sus golpes potentes aterrizaban en un rough de difícil hierba dura y no podía siquiera ponerse al par.

Pero, ¿saben una cosa? Después de su salida prodigiosa en el hoyo 17, vi en Rafa – en este otro Rafa – un lenguaje corporal que expresaba victoria. No sabía yo entonces si victoria en FedEx St. Jude o en otro sitio. Pero viéndole caminar hacia el green, parecía un gran capitán de su propio destino, un piloto de sus pasos certeros.

Ganaría finalmente el mismo que lo hizo el año pasado, Daniel Berger, con una jornada de cuatro birdies sin errores. Toda una hazaña para este joven americano.

Nos espera ahora el US Open, uno de esos grandes que puede preparar sorpresa: los españoles podrían ser la campanada.
 

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