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CON SÓLO 21 AÑOS Y 8 MESES

Jordan Spieth: 270 golpes y -18, chaqueta verde del Masters de Augusta

No pudieron hacerle sombra Justin Rose ni Phil Mickelson (-14), ni Rory McIlroy (-12), ni Hideki Matsuyama (-11). Sergio García (-5) acabó 17º. Buen Masters.

Hechosdehoy / José Ángel Domínguez Calatayud
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Y se llegó a la última jornada del Masters de Augusta 2015 con el joven líder Jordan Spieth (-16) confortablemente instalado en una diferencia de 4 golpes sobre su inmediato perseguidor Justin Rose (-12) y a 5 golpes del siguiente, Phil Mickelson (-11).

Los hoyos 3, 4, 5 y 6 se levantaban delante de los jugadores como murallas insalvables. Subir a esas almenas era importante, pero de no conseguirlo, al menos no caer en el foso de la desesperación y del “ya no puedo más”. Entre los caídos de esa parte del recorrido estaba Tiger Woods con bogeys en los hoyos 4 y 7; Ángel Cabrera que de estar -2 pasó a estar al par,  lo mismo que Russel Henley;  y el sueco Jonas Blixt, que pasó de -4 a -2.

El caso más llamativo de saltar sobre ese muro de la primera vuelta fue el de Keagan Bradley, quien pese a empezar con un bogey en el hoyo 1, entre el hoyo 2 y el 8 se hizo 4 birdies, una hazaña para este caballero de roja armadura en el día final.
 

Spieth en el hoyo 5 hizo bogey, pero seguía primero y tenía a Justin Rose a 3 golpes. Pero un bogey del inglés en el hoyo 6 restableció la diferencia inicial. Al acabar los primeros 9 hoyos la diferencia inicial de 4 hoyos era ya de 5 y el líder más joven afrontaba la segunda vuelta con más crédito en el banco de la gloria deportiva. No podía escapársele la victoria.
 
El partido de los astros – Woods y Rory – iba sin pena ni gloria tras los primeros nueve. Un poco de pena sí, si se quiere, y de sana preocupación por Tiger Woods pudimos tener al verle cómo en un mal golpe fuera de calle en una zona de pinaza pareció que su palo chocaba con una raíz haciéndole soltar el palo al ex Número 1 entre gestos de dolor. Posteriormente, y poco a poco, el sufrimiento debió pasar y con él también la alarma. Por su parte, el norirlandés completó nueve primeros hoyos con -2 para un acumulado de -8; no sería malo si no estuviese en cabeza alguien con 9 golpes menos.
 
Al terminar el hoyo 10 Spieth, la diferencia con Mickelson y Rose era ya de 6 golpes. Y si el Amen Corner  – hoyos 11, 12 y 13 – tiene algo es que no regala victorias; como los buenos patronos, lo que da es trabajo. Y todos los hicieron muy bien. El relato es simple: querían, pero no podían los de atrás con el de adelante. Y la diferencia no bajó nunca de 4 golpes en esta segunda vuelta.
 
De hecho en el hoyo 15, Jordan Spieth ya había llegado a -19, nuevo récord del campo. El  anterior, -18, lo tenía Tiger Woods. Pero no pudo mantenerlo hasta el final: el bogey en el hoyo 18 le hizo empatar en esos 270 golpes en un Masters.
 
Los tres últimos hoyos tenían más de desfile triunfal que de competición deportiva con el joven deportista concentrado, jaleándose él mismo con el puño cerrado y sirviéndose en bandeja un cóctel de interior y justa satisfacción. Sólo le faltaba que el público le cantase esas estrofas del  himno de su estado natal: God Bless you Texas! And keep you brave and strong, /That you may grow in power and worth, /Thro´out the ages long.
 
Además de igualar el récord citado de mejor registro en número de golpes totales, alcanza el de mejor primera vuelta: 64 golpes; mejor suma de las dos primeras  vueltas (36 hoyos): 130 golpes; mejor suma de las tres primeras vueltas (54 hoyos): 200 golpes. Se une al reducido grupo de cinco jugadores que en la historia del torneo han acabado en cabeza cada uno de los días, el conocido  wire to wire. Es el segundo en tener menor edad al ganar: 21 años y 8 meses (el récord lo tiene Tiger Woods con 21 años y 3 meses).
 
La conclusión que podríamos sacar es que hay buenos discípulos de los grandes maestros del golf. Y cuando Tiger Woods, Phil Mickelson y otros veteranos jugadores no estén en su mejor momento hay una generación que va a brillar: Jordan Spieth ya resplandece sobre el cielo georgiano de la Casa Club del Augusta National Country Club.
 

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