La empresa norteamericana de alta tecnología Apple fue multada por la Comisión Europea por un monto de 14.000 millones de dólares bajo el alegato de no pagar impuestos. El tema viene a colación debido a que Apple está establecido en Irlanda, país que tiene una baja de contribución impositiva de un 12,5 por ciento y cuyo objetivo económico es atraer inversión foránea a su territorio.
La controversia ha producido un debate en Europa ya que Apple alega que solo en Irlanda ha creado más de 5.000 empleos bien remunerados. Irlanda tiene una de las tasas más bajas de impuesto de toda Europa si se le compara con otros gravámenes de más de un 30 por ciento de países como Alemania y Francia, a título de ejemplo.
La situación ha despertado preocupación por el hecho de que la Comisión Europea tiene interés en moldear su tasa contributiva entre sus países miembros.
El tema de las tasas impositivas para fomentar la generación de empleos ha sido utilizado por Irlanda al bajar su nivel tributario a un 12,5 por ciento para atraer inversiones y capital a su economía.
La disyuntiva es que de acuerdo a la tesis económica que enarbolan muchos economistas, es que a menor tasa de impuestos más posibilidades existen de crear nuevos puestos de trabajo y que a tasas más elevada, menos oportunidades habrían para generar empleo.
Apple se dice apelaría a la multa de 14.000 millones de dólares que la Comisión Europea quiere que la firma estadounidense le pague. Europa, por su parte, ha estado viviendo en los últimos años una crisis económica que ha aumentado el desempleo en una gran parte de los países comunitarios.
Analistas como Issac Cohen, un antiguo funcionario de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ve el dilema como una forma de trabar la entrada de inversiones y capitales en el caso de Irlanda y otras naciones de Europa.
También sostiene este analista y experto que la razón del Brexit, o sea de la salida del Reino Unido, del club comunitario, es que precisamente no quiso seguir atado a las políticas comunitarias trazadas desde Bruselas, no permitiéndole la flexibilidad debida en muchos casos y un ejemplo de esto, es la multa impuesta por Bruselas al gigante de la tecnología.