Vuelve a aparecer una nueva víctima del efecto Zellweger. Después de que Reese Witherspoon, Nicole Kidman y Catherine Zeta-Jones pasaran por el quirófano para retocar excesivamente sus rostros, como ya hizo la pionera Renée Zellweger hace más de un año, ahora le toca el turno a otra celebritie bien conocida.
Meg Ryan se convirtió este martes en el centro de atención de los medios tras aparecer a un desfile de la Alta Costura de París con una nueva cara que a todos sorprendió. Como era de esperar, también fue el objeto de críticas en Twitter convirtiéndose en Trending topic mundial.
La actriz fue un icono de la belleza natural durante los 90, pero parece ser que ha decidido dejar atrás lo que más la caracterizó para mejorar en el quirófano. Por ello, los focos y las miradas se pusieron sobre Meg Ryan después de que la artista se dejara ver en el desfile de Georges Chakra, en el marco de la Paris Haute Couture.
El afán de la ex de Dennis Quaid por los retoques viene de lejos, no es nuevo. El gusto de la actriz, de 53 años, por el bisturí comenzó en los 90, cuando comenzó a inflamarse los pómulos y a retocarse también los labios, que fue tendencia hace unos años. Ahora, se ve, que no puede parar.
Con la piel mucho más tersa, los ojos más rasgados y pequeños y una barbilla más estilizada, Meg Ryan ya no es la que era. Sus más fieles seguidores lamentaron profundamente su transformación, dejando claro en redes sociales que estaba mucho mejor antes de operarse.
Así lamentan que la mujer que fuera una de las estrellas de los noventa de la comedia romántica y una de las actrices mejor pagadas de esa época no ha soportado el paso de la edad y entre bisturí y bótox se ha cambiado la cara.
Hay que recordar que la primera en sorprender con este cambio fue Renée Zellweger, como ya destacó Hechos de Hoy. La actriz de 45 años, alejada de Hollywood desde que estrenara Nuestra canción de amor en 2010, acudió al evento de Mujeres de Hollywood, de la revista Elle. Al lucir el rostro tan cambiado, los medios estadounidenses lo calificaron de “virtualmente irreconocible", tal y como sostiene el portal MoviePilot.com.
La actriz, que en el cine no dudó en alterar drásticamente su físico para encarnar de forma adecuada al personaje de Bridget Jones en dos ocasiones, podría haber pasado por el quirófano para reducir las arrugas y obtener un aspecto más delgado, según sostienen varios medios.
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