En las últimas décadas hemos visto como muchos gigantes empresariales que gozaban de una posición de dominio de mercado se han derrumbado o han tenido que reestructurarse por no saber interpretar correctamente las señales de mercado. IBM, que dominó el mercado microinformático en los años 80, ha pasado a ser una consultora para grandes empresas sin atisbo de su anterior poderío en la fabricación y venta de ordenadores. En los móviles, Motorola y luego Nokia dominaron el mercado en el que (esta última adquirida por Microsoft) ocupan actualmente un lugar muy marginal.
Microsoft no daba estas señales tan peligrosas pero si había ciertos motivos para la alarma. En sistemas operativos, Windows sigue dominando pero la versión 8 ha sido un fiasco, no ha gustado y apenas ha generado sustituciones por su sistema anterior, el 7, que por el contrario ha crecido. En otros segmentos sí ha visto recortado su cuota y amenazado su posición. En aplicaciones, tanto de correo electrónico como de ofimática. O trabajo en la nube por Google. En smartphones y tabletas, incluido sus sistema operativo por Apple, hasta Sony, le dio un buen mordisco en su batalla entre la PS4 y la Xbox.
El cambio de rumbo de Satya Nadella
Todo ello ha empezado a cambiar de la mano de Satya Nadella, el nuevo CEO de Microsoft. Queda mucho por andar pero en general casi todos sus movimientos han sido positivos y ha marcado una ruptura importante con su predecesor, Steve Ballmer. Sí es cierto que varios productos e innovaciones presentadas ya estaban en desarrollo, pero lo importante ha sido el cambio de mentalidad.
Uno de los ejemplos más claros lo tenemos en la versión de Office para iPad y tabletas Android, desarrollado para sistemas operativos rivales, el de las todopoderosas Apple y Google. Permiten que todos los usuarios pudieran acceder sin suscripción a la creación y edición de documentos. La medida ha sido considerada muy inteligente y ha ganado muchos puntos ante unos consumidores que buscan usar las mismas herramientas con independencia de la plataforma que utilicen.
Otro cambio importante ha sido el enfoque hacia el público más joven. Tanto en aplicaciones con la compra de Sway y Acompli, como especialmente con la adquisición del videojuego Minecraft, fuertemente posicionado para el público joven. Pero sin duda la clave está en Windows 10. El enigma reside en si conseguirá superar todos los problemas que supuso el sistema operativo anterior.
Retos pendientes
Entre los retos futuros está parar la sangría que le está suponiendo el auge de Google y de su navegador Chrome. Ha acabado con uno de sus puntos más fuertes, con el que consiguió cuotas de hasta el 90% de mercado, el de los navegadores web.
Pero el más complicado está en los dispositivos móviles, donde se juega buena parte de sus beneficios y futuro. Una de sus primeras decisiones fue la supresión de 18.000 puestos de trabajo, el 14% de su plantilla, para asumir la integración de Nokia. Microsoft espera en este 2015 reparar los errores cometidos con Windows 8. Windows 10 aspira a adaptarse tanto a ordenadores como a los teléfonos móviles y a las tabletas, a empresas como al consumidor privado dando posibilidad a los desarrolladores a crear aplicaciones compatibles entre dispositivos. Arranque prometedor, pero queda mucho por hacer.
– Ver en Hechos de Hoy, iPad y Apple Watch, claves para que Apple incremente sus beneficios.
