A lo mejor tendría que escribir sobre las hazañas de Jon Rahm en el Tour Championship, último torneo de la FedEx Cup. O del esfuerzo de Nacho Elvira, 6º de momento en el Portugal Masters, aunque sólo sea porque en la capital de ese país está en cuidados intensivos el cantante Salvador Sobral que ganó Eurovisión.
Otros preferirán los animados cotilleos de la Terraza Oeste de la Casa Club, o las aventuras dialogadas de Amateur 1 y Amateur 2.
Es justo, me parece bien. Pero, qué quieren: esta tarde después de comer alcachofas con langostinos y alubias con almejas en Manolo León (Calle Juan Pablos, Sevilla), me puse a reflexionar con la tele por delante. Estaba en el séptimo cielo de mi reflexión cuando sonó el teléfono. Y mira que suelo dejarlo en silencio absoluto: ni vibración ni otros inventos, pero esta vez tenía el sonido activado y sonó.
.- Oye, primo: ¿estarás viendo el partido? – preguntaba una voz melodiosa que me sonaba a mi prima Margarita.
.- ¡Oh! estaba viendo “El Tiempo” – le mentí… un poco.
.- O sea que estabas pegándote una siesta de boa constrictor – apuntó mi prima.
Y siempre me asalta la duda de si tiene una cámara oculta en mi biblioteca, porque siempre acierta.
Acierta ella y aciertan todas. Vamos, que ya es un principio incontrovertible, un axioma, el llamado Axioma Femenino: “Toda mujer sumergida en una relación sabe lo que él ha hecho”. Este axioma tiene una extensión, el Corolario del Axioma Femenino: “Toda mujer sumergida en una relación sabe lo que ha hecho él, sobre todo si es algo malo, prohibido o que él quiere ocultarlo por algún motivo estúpido”.
Termino; el epítome del Axioma Femenino es el Dogma del Conocimiento Universal de la Madre: “Cada madre sabe a la perfección lo que ha hecho o lo que piensa hacer un miembro de la familia con sólo mirarle a la cara”.
.- Pero, prima, ¡cómo puedes pensar eso! – digo con tono inocente.
.- Pues muy fácil, zoquete: por tres motivos: 1: te han visto comiendo en Manolo León con la voracidad de una piraña tras terminar una dieta; 2.- Tu voz suena pastosa como venida del sueño de los justos y, 3.- “El Tiempo” terminó hace media hora.
.- ¡Ah!, ¿sí?.- dije.
.- Pues sí – concluyó Margarita –. Y ahora cambia al canal no-se-cuantos – a ver que te parece.
Y puse el canal no-se cuantos. Estaban retransmitiendo el Andalucía Costa del Sol Open de España Femenino. En ese momento en la pantalla se proyectaba la clasificación encabezada por dos nombres de la misma bandera roja y gualda. La bandera de España que arropaba a las dos jugadoras líderes: Azahara Muñoz y Carlota Ciganda.
Y en un momento comprendí por qué Margarita había interrumpido mi vespertina reflexión: Carlota Ciganda al comienzo de la tarde de un 23 de septiembre de 2017, liderando un torneo oficial del Ladies European Tour (LET), como queriendo escribir ese retazo de Historia en el Real Club de Golf Guadalmina, vestía de riguroso uniforme español de gala.
De pies a cabeza era un himno de España en modo indumentaria: zapatos de golf rojo en puntera y tacón y amarillo en el centro; bermuda roja; polo blanco con destacados vivos en cuello y mangas con los colores nacionales; y sobre su navarra cabeza una gorra azul con la enseña patria.
Repito: era sábado, 23 de septiembre de 2017, a orillas del mar Mediterráneo y ante los ojos de millones de seguidores del LET.
Y ahora proclamo: con unas tres docenas nada más de Carlotas Cigandas en Cataluña, Navarra, Vascongadas y en los poderes públicos se acaba la chuminá de La Carlota que algunos tienen donde los humanos tienen el cerebro.
(Nota para los legos; según Cordobapedia, “Chuminá de La Carlota” significa cuestión insustancial, tontería, estupidez, algo que carece de sentido).
Bueno, pues agradeciendo a Margarita el despertar tan patriótico, he podido ver el momento de forma exhibido por Carlota y Azahara en la tercera jornada de este Open de España Femenino. Han jugado de manera brillante con birdies espectaculares, turnándose en cabeza para terminar empatadas en el primer puesto.
En tercer lugar, a tres golpes ha quedado Georgia Hall (-13), la inglesa que tanto acierto exhibió en la última Solheim Cup.
Este domingo, pues, última jornada del Open de España Femenino con España en el partido estelar. No será día para dormirse sino para emocionarse ante el televisor. Y ¡Viva Azahara! ¡Viva Carlota! y ¡Viva España!