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GIRA IL MONDO

El australiano Marcus Fraser y el inglés Matt Wallace lideran el Italian Open

A una semana de que el Circuito aterrice en Valderrama nos encontramos con un gran torneo: el 74º Italian Open que se juega en el Golf Club Milano, con los mejores jugadores europeos.

Hechosdehoy / José Ángel Domínguez Calatayud
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El campo luce en este otoño veraneante en un esplendor de verdores y primeros ocres. La que nunca cambia de aspecto como una prima donna es la Casa Club. Esta mansión del noble deporte fue promovida por el presidente Gianni Albertini en 1958, es decir, 30 años después de su fundación.

Si quieren hacer feliz a la persona amada – en el supuesto de que a ella no le baste su sola presencia – regálenle una tarde en el soggiorno de esta Club House y adórnenlo con un fondo de mandolinas interpretando, no sé, “Non ho l’etá (Gigliola Cinquetti) o Canzone per te (Sergio Endrigo) y les aseguro un éxito clamoroso.

Es la Casa Club ideal para descanso del guerrero o para guerra del galán. Sobre las amplias tarimas de roble del suelo, envuelto en la luz vespertina del otoño de la Lombardía, una cuidada decoración moderna de sereno señorío permite sentirse como el jugador que hace hoyo en uno el día más feliz de su vida. De tejas abajo pocas experiencias tan gratas.

Claro que si tienes dificultades para pasar el corte como el alemán Martin Kaymer, pues, la verdad no está uno para dejarse llevar por los sones de San Remo, con, por ejemplo, Io che por non vivo sensa te (Bobby Solo). Pero, qué quieren, mi sangre italiana y mis recuerdos de Margarita me han hecho desviarme un poco del tema central.
Y el tema central es que a una semana de vernos en Valderrama nos paramos en estos parajes cercanos a Monza, en los últimos pasos de la temporada del European Tour.
Las dos jornadas jugadas del Italian Open han establecido algunas cosas. El corte quedó en -4. Es un cifra inusualmente alta que dice bien a las claras que en la intención de los preparadores del campo ha primado la diversión de los jugadores sobre la exigencia. Pero ni aún así, cosas del golf, grandes jugadores españoles como Pablo Larrazábal (-1), Álvaro Quirós (+3), Eduardo de la  Riva (-2) y Carlos Pigem (-2), han logrado el mínimo para jugar el fin de semana.

A quienes les fueron mejor las cosas son Adrián Otaegui (-5), Miguel Ángel Jiménez (-5), Alejandro Cañizares (-6), Jorge Campillo (-6), Jon Rahm (-7) y Sergio García (-9).
Pero el que lo bordó el viernes fue el australiano Marcus Fraser (-13) para compartir liderato con el inglés Matt Wallace (-13).

El australiano en este campo de par 71 se había hecho el jueves 67 golpes (cuatro birdies sin bogeys), y el viernes 62 golpes con nueve birdies sin bogeys: un sueño italiano… y español y francés; un sueño universal para cualquier jugador de cualquier país en cualquier lugar: Gira, il mondo gira/nello spazio sensa fine, que cantaría Jimmy Fontana.

Pero nos quedan dos días que en golf son “una casa in cima il mondo” (Mina): algo lejano y, si te dejas llevar por la superstición una vía peligrosa después de un viernes 13.

De momento alguno ya ha puesto pies en polvorosa con nada más que ver el escudo del Club: sobre campo azur una gran serpiente en oro devorando un ser humano. El escudo lo completa una corona en origen ducal, y, en la parte inferior, cinta honorífica en la que se aloja el nombre en tres pliegues: “Golf-Milano-Club”.

Lo que llama la atención del escudo es esa gran culebra, conocida como Biscione. También se le llama Vipera (víbora), y en milanés Bissa. Y, ya se sabe lo que se suele decirse: que no es bueno “mentar la bicha” porque da mal fario. Lo cierto en Lombardía están bastante acostumbrados a reconocer el Biscione como cargo heráldico de la familia Visconti e incluso de los Sforza.

Pero nada de mal agüero volaba sobre el precioso campo de Milán, pues el Biscione figura en el escudo del Inter de Milán y en el logo de Alfa Romeo y además se disfrutaba de un excepcional día soleado. O estar aquí o viajar a la playa: “Sapore di sale, sapore di mare” (Gino Paoli).

Entre el sábado y el domingo se verán grandes partidos para los que necesitan, ya a fin de temporada, conservar la tarjeta del Circuito Europeo y, por supuesto, para los que están en la parte alta del lista de la Carrera a Dubái.

Al final, estamos acostumbrados, hay que esperar, no cabe jugar a las adivinanzas ni invocar con Iva ZanicchiPrendi questa mano, Zingara”.

 

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