Interesante Spring Forward de Apple con bastantes novedades. En primer lugar apuesta fuerte para ampliar el alcance de Apple TV bajando su precio y para los afortunados estadounidenses llevando la HBO a sus dispositivos. También ha quedado clara su apuesta por aumentar el campo profesional de sus aplicaciones, con un fuerte impulso a las soluciones sanitarias. Y como factor sorpresa, el nuevo Macbook. Más delgado, ligero y con potencia para combinar uso profesional con la ligereza de un dispositivo de 12 pulgadas, que para los más sibaritas podrán adquirir en tres colores, incluido en dorado.

Pero lo más esperado para casi todos era conocer más detalles sobre Apple Watch. Ya sabemos puntos clave. En primer lugar cuando estará disponible, el 24 de abril, pero sólo para EE. UU., Australia, Canadá, China, Francia, Alemania, Japón y Gran Bretaña, y también Hong Kong. El resto tendrá que esperar a una fecha aún indeterminada de este año 2015. También conocemos los precios que oscilarán entre los 349 dólares de la versión más básica y pequeña (la sport) hasta los más de 10.000 dólares de la edición limitada de oro.

Pero lo más importante y la duda principal está en saber su aplicación práctica y aunque se ha avanzado en la presentación quedan aun muchas dudas. Apple Watch permitirá realizar y recibir llamadas, acceder al correo electrónico, a los mensajes y especialmente controlar nuestra actividad física del usuario, entre otras tareas. Todo ello con una batería que durará 18 horas, poco para los más críticos. Se cargará por inducción, con solo acercarle a la parte trasera un pequeño cargador magnético. Y a partir de hoy mismo, con la versión iOS 8.2, se podrá acceder su propia tienda de aplicaciones.

Apple ha dado mucha importancia a las funciones de salud y deporte. El reloj podrá realizar seguimientos médicos y deportivos y supera en funciones a muchas de las pulseras de actividad física que hay ahora en el mercado. Será capaz de medir las pulsaciones, la distancia recorrida o la velocidad. Pero poco hemos visto de aplicaciones prácticas más allá del cuidado personal. 

El punto clave estará en las notificaciones, no sólo en la recepción si no en la posibilidad de interactuar, es decir que vaya más allá de un sistema de alarma. El acceso a las mismas y el nivel de avance en la respuestas predictivas se antojan clave, todo ello manejándose con la corona de nuestro reloj. Un reto importante si tenemos en cuenta que nos encontramos con un mercado inmaduro en el que el éxito más allá de los que lo comprarán de forma compulsiva estará en crear verdaderas necesidades.

– Ver también en Hechos de Hoy, Los retos y riesgos del desarrollo de Internet de las Cosas.