El presidente Barack Obama en su último informe como jefe de la nación más poderosa del mundo y rendido desde la tribuna del Capitolio en sección conjunta reclamó al Congreso de los Estados Unidos que levante de inmediato el embargo a Cuba.
El mandatario en su histórico y última presentación recordó al Congreso de su país que la Guerra Fría terminó para que el enojoso y obsoleto embargo aún permanezca. Lo subrayó pese a que los dos países, desde el histórico deshielo del 17 de diciembre del 2014, decidieron retomar el camino de las relaciones diplomáticas rotas desde el 3 de enero de 1961 a raíz de la asunción al poder en Cuba, de Fidel Castro Ruz.
El embargo económico, comercial y financiero fue declarado oficialmente el 12 de febrero de 1962 al régimen cubano. Derrocó a la dictadura de Fulgencio Batista y decidió por diferencias políticas con Washington, nacionalizar una serie de compañías de propiedad de norteamericanos, entre ellas ingenios azucareros, bancos, aseguradoras, industrias y otros activos, sin compensación a sus propietarios.
A raíz del deshielo después de más de 50 años de confrontación y enfrentamientos ideológicos, ahora ambos gobiernos encabezados por el mismo Obama y el presidente Raúl Castro Ruz decidieron formalizar sus relaciones bilaterales tanto en Washington como en la Habana, izando sus propias banderas como símbolo del regreso a una nueva de cooperación, el entendimiento y respeto mutuo. La apertura de Cuba ha despertado atención de la comunidad internacional y han saludado los gestos de Castro y Obama de dejar a un lado las diferencias que lo alejaron en el pasado.
Personalidades como el entonces secretario de Comercio de la administración de George W. Bush, el cubano-norteamericano Carlos Gutiérrez, un partidario por muchos años del bloqueo, ha abandonado su antigua posición y hoy es un ferviente defensor de eliminar el embargo de forma inmediata.
Lo mismo ha manifestado la familia de origen cubano Fanjul, propietarios en el país del conglomerado azucarero del Central Romana Corporation. El gobierno dominicano encabezado por Danilo Medina Sánchez, también se ha sumado al advenimiento de las nuevas relaciones Cuba-EEUU. Para la República Dominicana, Cuba también representa una oportunidad de ampliar el comercio y la cooperación bilateral y de servir de puente de inversión para los dos países antillanos.
– Ver en Hechos de Hoy, República Dominicana y Panamá, locomotoras en la cuenca del Caribe.