Estrellas del deporte como Pau Gasol, Usain Bolt o Rafa Nadal han llegado a lo más alto del éxito, pero estas figuras no han alcanzado la fama por casualidad, sino que nos han dado una lección de vida en todos los aspectos. Y se han convertido en verdaderas referencias para aquellos que quieren conseguir unos sueños y brillar con luz propia.
6 lecciones que podemos aprender de un deportista
1. El papel del entrenador en un equipo
El entrenador de un equipo asume el papel de líder, cuya función es asignar el rol a cada miembro del equipo, definir sus tareas y entrenarles para que saquen lo máximo que puedan, dentro de sus capacidades, y para que sean los mejores.
Si llevamos esto a un terreno personal y profesional, por ejemplo el CEO de una empresa sería el responsable de asumir ese papel de líder, asignando una responsabilidad a cada uno y asegurándose de que se están cumpliendo los objetivos marcados.
2. Conocer quién es nuestro rival
Cuando un deportista no consigue sus objetivos, debe asimilar qué errores ha cometido, pero sin bajar la guardia y mantener sus fortalezas durante todo el camino.
En los negocios, ocurre lo mismo. Mientras que algunos miembros del equipo dedican parte de su tiempo a averiguar sus errores y qué están haciendo su competencia, el resto del equipo tiene que concentrarse en dar lo mejor para llegar a lo más alto.
3. Ser positivo y constante
Un deportista se esfuerza diariamente para conseguir sus metas. Y sabe que el éxito no vendrá de la noche a la mañana. Mantener una actitud positiva es la clave para lograrlo. No vale de nada intentarlo si no crees en ti mismo.
Asimismo, una persona con una actitud negativa en su trabajo, no conseguirá nunca sus propósitos y permanecerá estancada durante todo ese tiempo.
Por otro lado, la constancia es la gran virtud no solo de los deportistas, sino de cualquier persona. Si no hay constancia, el esfuerzo no servirá de nada.
4. Poder de decisión
No se trata de ser el más rápido o el que mejor lo haga, además de todo esto es necesario tener una mente fuerte y ser el mejor estratega. Esto nos servirá para tomar las decisiones correctasen situación de mucha presión y estrés, para aprender de los errores y superar el fracaso.
5. Celebrar las victorias para una mayor motivación
Tiendes a hundirte cuando algo sale mal, pero también debes manifestar tus emociones cuando consigues buenos resultados. Las victorias, por muy pequeñas que sean, hay que celebrarlas. Esto, sin duda, será una gran inyección para seguir adelante.
6. Arriesgarse
Los riesgos a los que se enfrenta un deportista son bien distintos a los que se puede enfrentar un emprendedor cuando va a iniciar un negocio. Pero, aunque el fondo es distinto, su grado de importancia es el mismo.
Un deportista puede lesionarse en un entrenamiento o en algún campeonato y eso puede obstaculizarle a conseguir sus metas. Lo mismo ocurre con un emprendedor que pierde parte o todo su dinero cuando su proyecto no ha salido como esperaba.
No por haber fracasado una vez, debes rendirte, hay que seguir luchando por lo que crees. Recuerda esta frase de Thomas Edison: “No has fracasado, has encontrado 10.000 maneras en las que esto no funciona”.
(*) Edith Gómez es editora en Gananci, apasionada del marketing digital, especializada en comunicación online. Se niega a irse a la cama cada noche sin haber aprendido algo nuevo. Le inquietan las ideas de negocio y, más aún, aportar una mirada creativa al pequeño mundo en el que vivimos.
Twitter: @edigomben
