El cierre del IBEX 35, en la semana del 20 al 24 pudo ser aún más firme. Con todo, recuperó el nivel de los 11.500 puntos tras sumar un 0,7% y saldar la semana con ganancias del 1,3%. Al cierre en verde se sumó el bono a 10 años en 1,38% y la prima de riesgo en 122.
Se puede afirmar que el optimismo bursátil se globaliza. El índice MSCI All-Country World Index alcanza por primera vez los 441,1 puntos.
En la reunión del Eurogrupo en Riga, sin embargo, severidad esta vez con Grecia con el mensaje más firme del presidente del Banco Central Europeo. En la víspera, en la cumbre especial de Bruselas sobre la crisis de inmigración en el mar Meditarráneo, Angela Merkel y Alexis Tsipras celebraron un encuentro aparte. La canciller es quien esá trabajando más en segundo plano para reconducir la relación con Grecia.
En Riga sin embargo el mensaje del Eurogrupo fue nítido con la mayor dureza, como se apuntó a Hechos de Hoy, por parte de Mario Draghi. Formalmente, el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, insistió en la necesidad de las reformas para un acuerdo global. El comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, hizo en énfasis en la cecesidad de un acuerdo global, un enfoque general.
Más tajante fue todavía el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, advirtiendo que "el tiempo se está acabando, y la velocidad es la esencia". Habló sin tapujos de la fragilidad de la situación actual, la continua salida de depósitos bancarios y el aumento de los rendimientos de los bonos soberanos, que se encuentran en máximos desde 2012.
La impresión es que la crisis está a punto de desbordarse. La irritación ya no se oculta con Yanis Varoufakis (el hombre sin corbata con sonrisa permanente). Y se está hablando seriamente de la necesidad de alternativas, el plan B ante la salida de Grecia de la Zona del euro y una situación inédita de impago en el sistema de la moneda única en Europa.
¿Qué piensa de verdad Angela Merkel? Aunque España esté en fase electoral aguda, no debería de onviarse este fracaso de los experimentos de Alexis Tsipras y de su ministro espectáculo Yanis Varoufakis. Se sabe que Grecia a duras penas puede llegar al verano y superarlo. Pero no hay futuro. Todo es humo y propaganda. Aunque en Berlín lo políticamente correcto es insistir en que no hay alternativa de Grecia a optar por otra moneda que no sea el euro.
¿Renegociar con Grecia?