Importante coloquio en Barcelona organizado por la Societat Econòmica Barcelonesa Amics del País, que preside Miquel Roca, la AED (Asociación Española de directivos) y La Vanguardia. Contó contado con la presencia de Javier Godó, conde de Godó, editor de La Vanguardia.
Significativas precisiones en Barcelona del jefe de la Oposición y presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo. Aseguró que si el Partido Popular de Cataluña (PPC) tiene el respaldo de los votantes y concentra el voto -todos los votantes de Ciudadanos y fugas de Vox y del PSC, como apuntó Hechos de Hoy-, se implicará en la gobernabilidad de Cataluña.
Feijóo reivindicó a su partido como garantía de la unidad nacional. “Somos el cambio real al tripartito del procés. Los catalanes pueden acabar con lo mismo de siempre de los mismos de siempre. Vale la pena cambiar las cosas”.
Auguró que el gobierno de la Generalitat no se decidirá en esta ocasión en Cataluña, sino mayoritariamente en Madrid porque “Puigdemont hará lo que sea necesario para volver y Sánchez por quedarse”.
Destacó que el PSC, Junts y Esquerra son el tripartito, de facto, que lleva décadas gobernando Cataluña, pactando de manera indistinta entre ellos y aplicando las mismas políticas
“El tripartito del procés está intentando que la campaña discurra como una partida de tahúres, en la que ninguno enseña sus cartas, todos van de farol, no hablan de propuestas y fingen vetos cruzados. Quienes pactan naturalmente en todas las instituciones, hoy dicen colocarse líneas rojas insalvables”.
Reiteró que el Partido Popular volverá a salir a la calle para pedir igualdad ante la ley, garantizar la libertad de prensa y mantener la democracia, que es lo mismo que preservar la independencia judicial
Spuntó los nuevos expedientes de la Junta Electoral por la entrevista de Sánchez en la televisión pública y contra Tezanos por la encuesta flash de la semana pasada, dando la razón al PP tras denunciar el uso de medios públicos con la finalidad de interferir en los resultados electorales.
Lamentó el “declive económico y social” que vive Cataluña en los últimos años, que ha provocado la pérdida del liderazgo económico; que 9.000 empresas hayan trasladado su sede fuera, una dura asfixia fiscal para los ciudadanos y que sea la peor comunidad en la ejecución de fondos europeos.
Criticó que uno de cada cuatro catalanes esté en riesgo de pobreza, que se dedique a Sanidad menos recursos de la media del Estado y que registre uno de los peores datos educativos de España.
Denunció que la criminalidad haya crecido en Cataluña un 57% más que en el conjunto de España; que el 40% de las okupaciones se produzcan en esta comunidad y que Barcelona sea una de las capitales europeas con mayor delincuencia.
Censuró que los catalanes estén obligados a escoger entre el Estatut y la Constitución; entre el catalán y el castellano y entre las diferentes maneras de separarse de España y de dividir a la sociedad.
Defiendió el periodismo libre, su independencia del poder y su derecho a una crítica legítima. Y advirtió de que la inseguridad de algunos liderazgos lleva a la tentación de querer reprimir y deslegitimar a todo aquel que lo cuestiona.
Valoró que Alejandro Fernández, a quien considera la garantía de la pluralidad en Cataluña, dé voz a todos aquellos catalanes a los que se pretende silenciar para buscar el pensamiento único.
Reivindicó la campaña y el discurso del PP como un “manifiesto contra la resignación” y en defensa de una Cataluña “líder”, en la que se prioricen los problemas reales de los ciudadanos
“Proponemos, para obtener resultados distintos, votar de forma distinta”, destacó Feijóo. Abogó por un adelgazamiento radical del gasto político, administrativo y burocrático, y un paquete de medidas para favorecer la inversión.
Apostó por prestar más atención a la educación, revertir la situación de los servicios públicos, aprobar el desalojo exprés ante la okupación, solicitar el refuerzo de las FCSE en zonas especialmente conflictivas y endurecer las penas para multirreincidentes.
