Los ingredientes
– 1/2 cebolla muy picada
– 250 gramos de arroz
– 1/2 vaso de vino blanco seco
– 4 tazas de agua
– un chorro de aceite de oliva
– sal y pimienta
– medio paquete de queso parmesano rallado
– 1 cucharada de mantequilla o margarina
La preparación
Calentar un poco de aceite en una olla y sofreír la cebolla sin que se queme, durante unos tres minutos.
Añadir el vino y cocinar a fuego medio durante otros tres minutos. Salpimentar y añadir la mitad del agua.
Cuando empiece a hervir, incorporar el arroz en
forma de lluvia y remover.
* Dejar que se vaya haciendo a fuego medio hasta que
se consuma todo el líquido, removiendo a menudo para que no se pegue.
Verter el resto del agua, remover y dejar que el arroz se siga cociendo a fuego lento hasta absorver todo el líquido.
Apagar el fuego, añadir el queso y repartirlo con un tenedor. Añadir una cuchara sopera de mantequilla o margarina, remover y rectificar de sal.
Tapar y dejar reposar otros cinco minutos. Servir.
* Encontrarle el punto perfecto no es fácil.
Si el arroz contiene poco almidón o se cocina muy rápidamente o a fuego demasiado fuerte tenderá a separarse. Si contiene mucho almidón o se cocina muy lentamente tenderá a quedar muy pegajoso. Ni lo uno ni lo otro, los italianos dicen que el risotto debe quedar “mantecato” es decir cremoso, untuoso.