Sabio Mario Draghi en la dirección del Banco Central Europeo (BCE), adelantándose a los acontecimientos, con carisma y seducción, y con guiños a los mercados.
Excelente la gestión al frente del BCE habiendo visto ya de todo, hasta el asalto a su mesa por una joven airada en la tormentosa conferencia de prensa de Frankfurt. En Malta sorprendió porque se puso por delante de los acontecimientos.
La reacción fue inmediata en las Bolsas de Europa, en positivo. El IBEX 35 lo leyó con fuerza, cerrando en verde, con sólida subida, +2,05% y 10.365,4 puntos con prima de riesgo en 110, y bono a 10 años en 1,59%.
En el Consejo de Malta, Mario Draghi adelantó la ampliación del programa QE (Quantitative Easing), de compras de activos públicos y privados. Apuntó que el BCE revisará en diciembre su política monetaria.
Los efectos de los anuncios de Mario Draghi fueron inmediatos. El euro en 1,11 dólares. Se abren ahora las expectativas a la toma de posición la próxima semana de la Reserva Federal de Estados Unidos, la Fed, con posible retraso de la subida de los tipos de interés. En los precios del petróleo, el barril Brent en 48 dólares, y el barril West Texas en 45 dólares.
En la escena del IBEX 35 se sumaron varias factores. El liderazgo de Mario Draghi en la iniciativa de anunciar que el programa de compras de activos públicos y privados se ampliará en diciembre ante los riesgos sobre la economía del euro. Mario Draghi no dudó con las señales que barruntaban tormenta.
También a nivel doméstico, el peso de los indicadores de creación de empleo, conocidos este jueves, y los apoyos en Madrid del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y la canciller de Alemania, Angela Merkel, a Mariano Rajoy, inmerso, como sus rivales, en plena precampaña para las insólitas elecciones en Navidad (ver en Hechos de Hoy, Empleo y crecimiento y una nueva generación de reformas).