Emmanuel Macron descartó a Xavier Bertrand y Bernard Cazeneuve y optó al final por Michel Barnier según informaciones de Hechos de Hoy en una decisión de riego seguida con mucha atención por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen (VDL).
Primeras consultas
El nuevo primer ministro francés, Michel Barnier, recibe este viernes a responsables del centro y la derecha, antes de mantener a mediodía un cara a cara con el presidente, Emmanuel Macron, en sus primeras consultas una vez instalado en el cargo con vistas a la formación de su Gobierno.
El anterior primer ministro, Gabriel Attal, que le pasó el jueves el relevo, fue el primero en llegar a la residencia oficial de Matignon.
Una hora y cuarto después llegaron los principales dirigentes de Los Republicanos (LR), el partido conservador al que pertenece Barnier, cuyo entorno ha hecho saber que ha mantenido contactos por teléfono entre con otro antiguo primer ministro de Macron, Edouard Philippe, con el líder centrista François Bayrou, y con el expresidente conservador Nicolas Sarkozy.
También con los dos presidentes de las cámaras parlamentarias, la macronista Yaël Braun-Pivet (de la Asamblea Nacional) y Gérard Larcher (de LR).
Su entorno ha indicado que el nuevo primer ministro también ha contactado a personalidades de izquierda -sin detallar a cuáles- y que tiene intención de hablar con algunas más, así como con responsables de la extrema derecha.
Se trata de aplicar una de las reglas que él mismo se fijó en el traspaso de poderes el jueves cuando dijo que “habrá que escuchar mucho” y mostrar “respeto con todas las fuerzas políticas que están representadas” en el Parlamento.
Esas palabras no han modificado la actitud del Nuevo Frente Popular (NFP), la coalición de izquierdas, que reprocha al jefe del Estado no haber nombrado como primera ministra a su candidata, Lucie Castets, pese a ser la primera fuerza política en la Asamblea Nacional.
El primer secretario del Partido Socialista (PS), Olivier Faure, señaló este viernes en una entrevista a la emisora France Inter, que en lugar de eso Macron ha elegido a un miembro de LR, un partido que solo obtuvo el 6 % de los votos en las legislativas de comienzos de verano.
Faure, que garantizó que “ninguna personalidad del PS entrará” en el Gobierno de Barnier, insistió en que la elección de esa figura como primer ministro se explica como un gesto en dirección de la extrema derecha, “de la que depende su supervivencia”.
Otro de los líderes del NFP, el coordinador de La Francia Insumisa (LFI), Manuel Bompard, insistió en que nombrar a Barnier “es un robo de las elecciones legislativas” y reiteró su llamamiento a manifestaciones contra esa decisión y contra Macron que ha convocado su partido con algunas otras formaciones y sindicatos de izquierdas en 150 ciudades de Francia.
En paralelo, recordó que LFI, gracias al voto de 81 diputados, ha presentado una moción para la destitución de Macron que espere que pase el primer filtro de la mesa de la Asamblea Nacional, ya que el NFP tiene allí mayoría, y que además ha recibido el apoyo de 250.000 firmas en forma de una petición. La moción, en cualquier caso, tiene muy pocas posibilidades de salir adelante, ya que necesitaría recibir el apoyo de dos tercios de los parlamentarios.
Barnier avanzó algunas de las que serán sus prioridades una vez que constituya su Ejecutivo: decir la verdad sobre la “deuda financiera y ecológica”; poner el acento en la educación; aumentar la influencia de Francia en Europa; así como el control de la inmigración y la lucha contra la inseguridad.
Apuesta bomba por un veterano político conservador (73 años)
Michel Barnier, exnegociador jefe del Brexit de la Unión Europea, se ha convertido en el nuevo primer ministro de Francia poniendo fin a dos meses de estancamiento tras unas elecciones parlamentarias llenas de sorpresas. Nacido en enero de 1951 en un suburbio de la ciudad alpina de Grenoble, Barnier fue elegido por primera vez para el Parlamento a la edad de 27 años
En un comunicado publicado el jueves, el Palacio del Elíseo indicó que “el presidente de la República ha nombrado a Michel Barnier como primer ministro. Debe formar un gobierno unido al servicio del país y del pueblo francés”.
El comunicado añadió que el nombramiento de Barnier se produce tras “un ciclo de consultas sin precedentes” para garantizar un gobierno estable.
Barnier, de 73 años, un europeísta convencido, es miembro de Los Republicanos (LR) (el Partido Republicano) que representa a la derecha tradicional en Francia. Es más conocido en el escenario internacional por su papel como mediador en la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
Barnier, un veterano de 40 años de la política francesa y europea, ha ocupado varios cargos ministeriales en Francia, incluidos los de ministro de Asuntos Exteriores, de Agricultura y de Medio Ambiente. Fue dos veces comisario europeo y asesor de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. En 2021, Barnier anunció su candidatura a las elecciones presidenciales, pero no logró obtener suficiente apoyo dentro de su partido.
Macron aceptó la renuncia del ex primer ministro Gabriel Attal y de su gobierno en julio, después de que su alianza centrista Ensemble fuera derrotada en la segunda vuelta de las elecciones parlamentarias anticipadas de Francia. Desde entonces, el presidente ha enfrentado llamamientos de todos los partidos políticos para que nombre un nuevo primer ministro. La semana pasada, Macron dijo a los periodistas durante un viaje a Serbia que estaba “haciendo todos los esfuerzos necesarios” para finalizar un nombre.
“Dentro de unos días, dentro de unas semanas, tendré la oportunidad de exponer ante el Parlamento las grandes prioridades y propuestas legislativas en nombre del nuevo gobierno. Se tratará de responder, en la medida de lo posible, a los desafíos, a la rabia, como usted ha mencionado, al sufrimiento, al sentimiento de abandono, de injusticia que recorre demasiado nuestras ciudades, nuestros barrios y nuestros campo””, declaró Barnier, hablando junto a Attal durante la transmisión del poder en el Hotel Matignon, el despacho del primer ministro en París.
Rodeado de su familia, miembros del personal y varios legisladores, Attal felicitó a Barnier.
“Los franceses te conocen. Saben que eres un gran funcionario electo local”, dijo Attal, elogiando la “experiencia casi inigualable de Barnier al servicio del “stado en diversas funciones internacionales y europeas”.
Pero no ocultó su frustración porque su mandato terminó de manera tan abrupta. “Ocho meses es demasiado poco”, dijo Attal, advirtiendo que la política del país está sufriendo, “pero la recuperación es posible”..