Después de la actuación de Sergio García en la última jornada del BMW Championship, penúltima cita de los Playoff de la FedEx Cup, le llovieron las críticas en las redes sociales y en alguna publicación deportiva. También en mi Club, en la tertulia que sigue al partido de los amigos, fue muy comentado el juego del castellonense.
Un punto de viva discusión era el fallo en una de las jornadas de ese BMW, de hasta cuatro putts de menos de dos metros el día anterior. En la Terraza Oeste de la Casa Club, un veterano con un tinto de verano en su diestra se lamentaba:
.- El problema de Sergio es que no sabe terminar: puede ir primero el último día, pero no es capaz de sostenerse arriba.
.-Todos sus fallos con el putter comenzaron con aquel que falló en el Open Champiosnship de 2007; ¿Os acordáis de aquel putt en el hoyo 18? – intervino un socio que sólo bebía Coca-Cola.
.- ¡Cómo para olvidarlo! Fue en el campo de Carnoustie. Sergio García había ido en cabeza desde el primer día e incluso en el cuarto hasta que le empató Padraigh Harrington. Al final hubo de jugarse el desempate – informó un sénior, consumidor moderado de manzanilla de Sanlúcar.
.- Ah! ¿así que todo fue en un hoyo de desempate?.¡Pobrecito! – se lamentó un joven con cara de darle al zumo de tomate.
.- Sí y no – soltó con algo de retranca el veterano de la manzanilla de Sanlúcar.
.- ¿Cómo que “sí y no”? – se extrañó alzando sus rojas cejas “Zumo de Tomate”.
.- Muy fácil – respondió “Manzanilla de Sanlúcar” -: Sí a “pobrecito”. Y doble no a que fuera un hoyo de desempate. De un lado, el Playoff del Open no se jugó en un hoyo sino en cuatro hoyos: 1, 16, 17 y 18, que se llaman Cup, Barry Burn, Island y Home.
.- Jajajaja: pues a “Home” mandaron a Sergio – interrumpió a carcajadas uno que a tan extraña hora bebía pacharán y parecía llevar algo de ventaja líquida al resto de los contertulios.
Pero el elegante “Manzanilla de Sanlúcar” terminó su explicación como si no hubiese escuchado nada:
.- El segundo “no”, es que Sergio García labró su derrota en aquel Open del 2007 en el que podríamos llamar hoyo 72. En ese último hoyo del recorrido regular le bastaba hacer el par: 4 golpes. Su segundo golpe no cogió green, sino que rodó al bunker de la izquierda. Sacó bien de bunker; sobre el muy rápido tapiz del green la bola rodó hasta quedar a 10 pies (3 m.) del hoyo que estaba más bajo. Embocar suponía el triunfo de todo un British; no hacerlo salir a desempatar después de cuatro días de estar en lo alto. Miró. Remiró la caída. Se eternizaban los segundos en el stance y el campeón español puso en movimiento la bola directa al hoyo por la parte izquierda. Llegó a su borde lo lamió y giró a la derecha alejándose dos pies; resultado: bogey y salir al desempate. Ese es el problema de Sergio García el putt que le salió.
.- Más bien, en mi opinión – intervino Amateur 1, que suele beber oloroso Alfonso -, el problema de Sergio no radica en lo que sale de su putter, sino lo que entra en su cabeza.
Todos nos volvimos ante este recién llegado, conocido por su sabiduría y buen juicio.
.- Explícate, por favor – invitó “Cruzcampo”.
Se abrió el círculo y “Oloroso Alfonso” se sentó, se caló las gafas de leer y sacando su conocida libreta Moleskine de tapas negras ofreció su versión.
.- Veamos primero algunos datos básicos: Juega en los dos circuitos: Europeo y PGA Tour en América. En el Europeo ha jugado este año 13 eventos, ganó uno (el Commercial Bank Qatar Master) y ocupa el 2º puesto, detrás de MacIlroy. En premios totaliza 2.275.712 euros.
.- ¿Y en América? – se interesó “Coca-Cola”.
.- Aquí es donde los datos son muy llamativos y es lo que me hace pensar que si Sergio tiene un problema es lo que entra en su cabeza – continuó “Oloroso Alfonso”-. Veamos: en el PGA Tour 2014 ha quedado, 13º en la Fedex Cup; De 16 eventos jugados, sólo se ha perdido un corte; tiene 10 Top 10; 2 Top 3 y quedó segundo en tres torneos (El Travelers, el Bridgestone y, de nuevo, el Open). Nadie, salvo Jim Furyk, que tampoco gana nada desde hace 4 años, tiene estas cifras.
.- ¿Y los putts? ¿qué me dices de los putts? – rebuscó “Pacharán”.
.- Te doy dos datos, uno malo y uno bueno – sonrió “Oloroso Alfonso” – ¿Cuál quieres primero el malo o el bueno?
.- El malo, claro – se adelantó “Zumo de Tomate”.
.- Pues que sólo mete la mitad (51,82 %) de los putts entre 1,5 y 3 metros. Ocupa en este apartado el puesto 153º.
.-¡Ah! ¿Lo ves? Ahí está el problema de Sergio García – gritaron a coro varios cócteles y refrescos de la concurrencia.
.- Sigamos con los putts – propuso inalterable y flemático “Oloroso Alfonso” –, y veamos el vaso medio lleno: el de Castellón ocupa el 5º puesto de la PGA en putts de más de 7,5 metros y, ¡atención!, el 2º puesto entre 3,5 y 4, 5 metros. Gracias, entre otras cosas, a ello es el 2º también en “scoring average”, es decir su media de golpes por recorrido es 68,95 golpes. Además es 2º en Sacrambling: dos de cada tres veces que no coge green en regulación salva el par o hace mejor resultado. Por eso amigos es el número 3 del Mundo y 5º en ganancias en el Circuito Americano 4: 999.606 dólares.
.- Pero eso, ¿qué tiene que ver con que su fallo es lo que entra en su cabeza? – inquirió “Tinto de verano”.
.- Para mí está claro –sentenció “Oloroso Alfonso” cerrando su Moleskine -. Realmente no existe “el problema de Sergio García” sino cuando su mente permite que los comentarios nuestros o de gente como nosotros y de la prensa ocupen el área de preocupaciones destinada en el espíritu a la voluntad, a la fe en su designio y a la paciencia.
.- No te entiendo, amigo – se sinceró Manzanilla de Sanlúcar.
.- Pensad un momento en todo el bien deportivo y entretenimiento que ha dado España durante meses y año su Selección de Fútbol o la de Baloncesto. Pensad en las décadas de éxitos en tenis, motociclismo o ciclismo. Pues basta que no se consiga la primera plaza – no otra, la primera – para que la amnesia nacional convierta en villanos a los héroes. Sergio es 3º del mundo, de un mundo muy grande, repleto de profesionales, altamente competitivo y puramente meritocrático: ocupas el lugar que consigas con tu esfuerzo.
Después de esto Oloroso Alfonso brindó por los golfistas profesionales alzando su catavinos. Y todos nosotros brindamos con él.