Datos importantes en New Hampshire que observa con atención el equipo de Michael Bloomberg, el exalcalde que podría convertirse en la sorpresa inesperada en una campaña presidencial en Estados Unidos muy abierta (ver en Hechos de Hoy, Bloomberg observa los duelos de Trump y Clinton en New Hampshire).
Dos candidatos muy fuertes. Un magnate y un senador socialista con señas de identidad que subrayan sin cesar en el Partido Republicano y el Partido Demócrata. Se impusieron cumpliendo las expectativas de las encuestas.
Bernie Sanders derrotó a Hillary Clinton por más de 20 puntos. La verdadera sorpresa estuvo en el número dos detrás de Donald Trump, John Kasich. Frenazo en seco a las aspiraciones de Marco Rubio.
Donald Trump logró un 35,1% de los votos. John Kasich, segundo con un 15,9%; Ted Cruz (ganador en Iowa) quedó en tercer lugar con 11,6%; Jeb Bush, cuarto con 11,1%; y Marco Rubio fue quinto con 10,6%.
Bernie Sanders y Donald Trump hicieron sus lecturas particulares.
"¿Estáis listos para una idea radical? Juntos vamos a crear una economía que funcione para todos, no sólo para el 1%, con un salario mínimo de 15 dólares por hora y con igualdad salarial para las mujeres", dijo quien se sienta como independiente en el Senado de Estados Unidos.
"El mundo nos va a respetar de nuevo. Creedme", proclamó quien aterrizó en la carrera electoral desde el mundo de los casinos y los reality shows, el especialista en insultos, exabruptos y lo soez.
¿Hasta dónde va a llegar Bernie Sanders? Ya es la gran pregunta. Es un golpe serio para el orgullo de Hillary Clinton y su proyecto de campaña perfecta. Avanzar hasta la Convención Nacional Demócrata le va a exigir un enorme esfuerzo y desgaste. No se lo esperaba.
Carolina del Sur y Nevada son sus próximos retos donde pueden producirse nuevas sensaciones porque Bernie Sanders está acaparando el voto de los jóvenes.
La web RealClearPolitics apuntaba todavía, antes de estas primarias, un 49% a favor de Hillary Clinton frente al 36% de apoyo a Bernie Sanders. Pero está en marcha un proceso de ruptura llevando el senador socialista a espacios políticos que nunca imaginó.
Si las sensaciones son inesperadas en el Partido Demócrata, la sorpresa es aún mayor en el Partido Republicano. Donald Trump no es sólo el candidato heteredoxo. Si llegara a la Casa Blanca, sería el presidente odiadio por la mitad de sus compatriotas.
El Partido Republicano no cerró su profunda división en New Hampshire. Demasiados candidatos frente al fenómeno Trump. Una lucha cainita entre el establishment y el ala ácida que aspira más a destruir que construir. En juego está el prestigio y la reputación de la marca republicana. En frente, en el Partido Demócrata, un giro a la izquierda.
Michael Bloomberg espera las próximas tendencias y encuestas. Nunca nadie ganó la carrera presidencia desde una posición independiente. Tres primeras cuestiones. ¿Hasta dónde llegará el desafío de Bernie Sanders? ¿Puede un personaje como Donald Trump hacerse con el control del Partido Republicano? ¿Una tercera opción tendría capacidad de seducir y romper todas las reglas, tradiciones y medidores electorales en Estados Unidos?