Miguel Boyer dejó todo por Isabel Preysler. La boda del superministro de Felipe González fue un auténtico bombazo en aquel 1988. Él dejó la política, ella comenzó a echar el freno en cuanto a su hasta entonces intensísima vida social. ¡Hola! les convirtió en sus personajes de referencia ante el gran acontecimiento de la unión del mundo del corazón y de la política.
A los 20 años Isabel Preysler se casó con Julio Iglesias; luego, a los 29, con Carlos Falcó, marqués de Griñón. Cuando unió su vida a Miguel Boyer, de 48, ella tenía 36. Se convirtió desde entonces en el hombre de su vida. Miguel Boyer tuvo dos hijos en un primer matrimonio con la ginecóloga Elena Arnedo, Miguel y Laura. Isabel Preysler, de su relación con Julio Iglesias, tres hijos: Chabeli, Enrique y Julio José. De su matrimonio con Carlos Falcó nació Tamara. Y, finalmente, del matrimonio de Miguel e Isabel nació Ana, que ha estado muy unida a sus padres en los momentos muy duros de su enfermedad.
Miguel Boyer salvó su vida en su primera grave crisis de salud al reaccionar rápidamente Isabel Presyler cuando sufrió un ictus. La serenidad de ella entonces resultó decisiva. Desde aquel fatídico 28 de febrero de 2012 la vida les cambió a ambos. Pasó horas críticas pero pudo estabilizarse aunque perdió movilidad y sufrió problemas de habla. Durante estos años tanto Isabel, como de forma muy especial su hija Ana -novia del tenista Fernando Verdasco-, le han cuidado y protegido con enorme amor y cariño, que a los más íntimos siempre les enterneció.
Todas las muertes son abruptas pero esta fue especialmente inesperada. A primera hora de la mañana fue internado con urgencia por una embolia pulmonar. Sus condiciones eran muy críticas al ser ingresado en el Hospital Ruber Internacional de Mirasierra (Madrid). Nada se pudo hacer esta vez por su vida.
Arropadas en su dolor
Familiares, amigos, políticos y personajes de la beautiful people se acercaron el lunes por la tarde al Tanatorio Parque San Isidro de Madrid para mostrar sus respetos a Isabel Preysler y a su hija Ana Boyer. Una de las primeras personas en despedirse de Miguel Boyer fue su gran amigo durante 40 años y sucesor en el cargo de ministro, Carlos Solchaga, que acudió al hospital en el que fse produjo el fallecimiento. La familia abandonó la clínica hacia las dos de la tarde para dirigirse a su casa de Puerta de Hierro. Allí acudió Carmen Martínez Bordiú para estar cerca de su íntima amiga, Isabel.
Hacia las cinco de la tarde se abrió la capilla ardiente y fue el momento en captar la primera imagen de Isabel, su hija Ana y su madre Beatriz, todas de riguroso luto y con el rostro demudado por el dolor. Junto a ellas, Tamara Falcó, quien prácticamente se crió con Miguel Boyer, a quien llamaba tío Miguel.
Con los medios a las puertas con cámaras y micrófonos, poco a poco se fueron acercando desde el escritor Mario Vargas Llosa que destacó de Miguel Boyer su defensa de la libertad en los años de la Transición hasta Esperanza Aguirre que comentó que admiraba la impresionante cabeza del exministro. También se acercaron Cayetano Rivera, en moto y sin realizar declaraciones, Alfonso de Borbón -hijo de Marisa de Borbón-, Cari Lapique, Luis Alfonso de Borbón y su mujer Margarita Vargas, Elena Cue, Fernando Fernández Tapias y Nuria González o Antonio Garrigues Walker.
Tampoco faltaron Luis de Guindos, Manuel Pizarro, Alberto Alcocer y Margarita Hernández, el padre Ángel, Rodrigo Rato, Iñaki Gabilondo y la modelo Nieves Álvarez.
La capilla ardiente cerró sobre las nueve de la noche y volvió a abrir a primera hora de la mañana para dar paso a más familiares y amigos que llegaron para despedirse de Miguel Boyer. Entre los primero en llegar estuvo José María Aznar, cabizbajo y sin hacer declaraciones.
Hacia las once de la mañana regresó Isabel Preysler junto a su madre Beatriz. Ana Boyer recibió el cariño de Fernando Verdasco, su novio, que acudió acompañado de sus padres y su hermana. Llegaba procedente de China, donde estaba participando en el torneo ATP Beijing.
Asimismo se acercó a la capilla ardiente Laura Boyer Arnedo, hija mayor del fallecido exministro.
Isabel Preysler, la mujer por la que él dejó todo