En el estado de Arizona es un episodio normal -en la polémica cultura de las armas en Estados Unidos– que los niños aprendan a utilizar un arma automática a partir de los ocho años. Todavía resultó más dramático (en la moda de los selfies a toda costa, y grabarlo todo con teléfonos móviles o celulares, así como sacar fotografías) que los padres grabaran la secuencia dramática.

Como destacó Hechos de Hoy, el presidente Barack Obama no ha logrado impulsar una política bipartidista de severo control de armas pese a las matanzas ocurridas en escuelas como la del asesinato masivo que tuvo lugar el 20 de abril de 1999 en las instalaciones de la Columbine High School (Escuela Secundaria de Columbine), en Columbine, un área del Condado de Jefferson, Colorado.

El dramático suceso ocurrió en un campo de tiro al aire libre situado a las afueras de la localidad de White Hills, en Arizona. Una niña de nueve años mató por accidente a su instructor de tiro, mientras este le explicaba cómo utilizar un arma automática. Tras el primer disparo en la zona de tiro y al cambiar al modo de disparo en ráfaga, la menor perdió el control de la Uzi, un modelo de subfusil de fabricación israelí, y una de las balas alcanzó la cabeza de Charles Vacca, de 39 años, hiriéndolo de muerte.

Según informó el condado de Mohave, tras recibir el impacto, Vacca fue trasladado en helicóptero hasta un centro médico en Las Vegas, Nevada, donde falleció. Era padre, veterano de guerra y originario de Lake Havasu City. La niña se encontraba con sus padres en el campo de tiro -que también funciona como hamburguesería y es un reclamo turístico a la hora de visitar Las Vegas– en el momento en que sucedió el accidente.

El gerente del campo de tiro Bullets and Burgers, Sam Scarmardo, que recuerda a Vacca como un tipo "concienzudo y muy profesional", dijo a la cadena NBC que la edad mínima para practicar en la mayoría de los campos de tiro es de ocho años, siempre que se haga bajo la supervisión de los padres.