Finalmente, el exsecretario general del PSOE, Pedro Sánchez, quien dimitió el pasado 1 de octubre de su cargo al frente del partido, renunció a su acta de diputado.
Esperó hasta el último momento. Pudo hacerlo con discreción, y cerrando una parte de su vida. Pero escogió justo el camino diferente. Lo hizo en una comparecencia en el Congreso de los Diputados leyendo una declaración y sin aceptar preguntas. En varios momentos dejó, con sus lágrimas, la imagen de la jornada.
Criticó con dureza a la Comisión Gestora y exigió su inmediata dimisión y la convocatoria de un congreso del PSOE. El duelo entre Susana Díaz y Pedro Sánchez está servido. La Comisión Gestora expresó su malestar. Adelantó que responderá a Pedro Sánchez cuando acabe el debate de investidura y la segunda votación.
El texto íntegro del anuncio de Pedro Sánchez
"Buenos días a todos.
Comparezco para anunciar mi renuncia como diputado. Con mi renuncia al acta no dejo la política, vuelvo a empezar en ella como un militante de base más. Un militante que en el próximo Congreso del PSOE, trabajará de forma constructiva y leal, para refundar un Partido Socialista autónomo y alejado del PP, un PSOE abierto y unido, donde la militancia haga valer su voz en las decisiones trascendentes de la organización.
La razón de mi renuncia es conocida. Estoy en profundo desacuerdo con facilitar el gobierno a Mariano Rajoy. Como muchos socialistas, mantengo mi no, firme y claro. Sin embargo, la decisión de la Gestora de votar en bloque, me plantea una encrucijada que debo afrontar.
O me abstengo, lo que significaría no solo traicionar mi palabra sino quebrar la confianza depositada en nuestro partido por millones de ciudadanos, que votaron PSOE el pasado mes de junio. O bien voto no a la investidura de Rajoy, lo que para el máximo dirigente del partido que fui implicaría, ir contra una resolución que no comparto en absoluto pero que ha sido aprobada por el Comité federal de mi organización.
De las dos opciones que me da la Gestora, no escojo ninguna. Ni iré contra mi partido, ni iré contra nuestro compromiso electoral. Dejo el escaño como diputado porque no renuncio a mis ideas y porque quiero a mi partido. Y anuncio que a partir del lunes, cojo mi coche para recorrer de nuevo todos los rincones de España y escuchar a quienes no han sido escuchados: los afiliados del PSOE, los votantes de izquierdas de este país.
Vamos todos juntos a recuperar el PSOE. Un PSOE autónomo y alejado del PP, un PSOE abierto al siglo XXI donde los socialistas con o sin carnet participen de sus decisiones.
Sin duda, con una abstención mínima de diputados, la Gestora podría haber evitado la división que va a producirse en la votación del Grupo Parlamentario. Existen sobradas razones para que la Gestora optara por esta vía: la abstención es una ruptura con nuestro compromiso electoral y es contraria a la posición política defendida por la Comisión Ejecutiva Federal elegida por los militantes en el último Congreso; más del 40% de los miembros del Comité Federal votaron en contra de la 2 abstención; centenares de asambleas locales se han convocado de forma voluntaria para aprobar resoluciones contrarias a facilitar el gobierno al PP y no se ha celebrado una consulta a los afiliados que hubiera encauzado el debate y legitimado plenamente la decisión a tomar por la Gestora.
Por obvio que parezca, no debemos olvidar que la democracia representativa supone reflejar fielmente la voluntad de nuestros representados. Estoy convencido de que la mayoría de ellos, tanto afiliados como votantes, no eligen al PSOE en unas elecciones para apoyar aquello que quieren cambiar.
Con mi renuncia al acta deseo contribuir a dar a la política un sentido de fidelidad a la palabra dada, y un sentido del compromiso que vaya más allá de la conveniencia personal.
Quiero dejar constancia de que tengo otra visión de la política, y de que considero que la democracia se debe nutrir, cada vez más, de ejemplaridad y de nuevas maneras de participación ciudadana. No quiero dejar de expresar cuán dolorosa es la decisión que tomo. Durante semanas he tenido que meditar acerca de la defensa de distintos valores y niveles de responsabilidad. La decisión no ha sido fácil.
Para alguien como yo, que ama la política como fuerza transformadora y siente los colores socialistas, no hay mayor honor que formar parte del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso. En mi caso, además, he tenido la suerte de poder dirigirlo durante más de dos años. Pero, se entenderá, que no puedo fallar ni a mi partido ni puedo faltar a mi compromiso con los millones de votantes que confiaron en el PSOE en las pasadas elecciones generales.
Y no puedo fallar a los millones de socialistas de corazón con o sin carnet que confiaron en mí, y compartieron con orgullo el camino de decir no es no a Mariano Rajoy. Tienen razón los que afirman que decir no nunca puede ser un proyecto político. Precisamente porque tenemos un proyecto político que dice sí a los valores de la socialdemocracia, decimos no a Rajoy.
Un proyecto que apuesta por la ejemplaridad, la equidad y la justicia social. Quiero, en esta comparecencia, dar las gracias a todos los diputados y diputadas del Grupo Parlamentario. Ha sido un honor compartir camino y trabajo con ellos.
Pido disculpas por los errores que haya podido cometer. Y pido, expresamente a la Gestora, que no elija el camino de la expulsión del Grupo y de nuestra organización a quienes voten contra la investidura de Rajoy. Mucho menos, romper nuestra alianza con nuestro partido hermano, el PSC. Esta eventual decisión sería un error, y en caso de ser tomada, sólo podría realizarse en el marco de un Congreso federal.
Somos muchos los que defenderemos el actual marco de relación entre el PSOE y el PSC. En el PSOE no sobra nadie: ni un diputado, ni un militante, ni un voto. ¡Sólo el liderazgo compartido del PSOE y el PSC puede construir la solución federal a la crisis en Catalunya! Estamos ante una situación excepcional.
Los votos del Grupo Socialista contrarios a la investidura de Rajoy, serán la expresión del sentir mayoritario de nuestros votantes y militantes. Si los miembros de la Gestora tienen dudas, les pido recuerden que el Reglamento del Congreso de los Diputados y la Constitución española contemplan el voto en conciencia.
Si tras su lectura siguieran dudando, espero que sirva mi renuncia al acta de diputado para frenar lo que sería un grave error que alejaría aún más al Partido Socialista de los ciudadanos progresistas. Quiero también aprovechar esta intervención para agradecer a los militantes su trabajo constante y desinteresado, con el que llevan los ideales del socialismo a todas las calles y plazas de España.
Su compromiso y su participación son las que dan credibilidad al proyecto socialista. Su compromiso y su participación harán posible la recuperación y reconstrucción del PSOE. Hoy el sr. Rajoy será investido presidente.
Desde la discrepancia a lo que representa, le deseo suerte y acierto en su labor como jefe del ejecutivo, porque su suerte y su acierto serían buenas para el conjunto de los españoles.
Sin embargo, los hechos no le avalan: ni su acción de gobierno en el pasado, ni su empecinamiento en no asumir ninguna responsabilidad política por los casos de corrupción que le afectan, ni su intención expresada estos días de continuar con sus políticas y no abordar las reformas que necesita nuestro país.
España necesita una alternativa creíble a las políticas injustas del PP. En eso he trabajado todos estos años y en eso seguiré trabajando desde ahora mismo.
Finalmente. Hoy expira el mandato de la Gestora. Hoy se facilita la presidencia de Mariano Rajoy, y el lunes, la Gestora deberá poner fecha y lugar para celebrar el Congreso.
Los socialistas queremos votar. Como militante de base que paso a ser, dedicaré a partir del lunes todo mi esfuerzo a defender el derecho a votar de toda la militancia para corregir el equivocado rumbo al que la Gestora ha llevado al Partido Socialista.
Mi compromiso con los votantes socialistas y con los afiliados continúa intacto, mi compromiso con el PSOE es, si cabe mayor, porque las dificultades nunca han sido para mí una excusa para no continuar por la senda de nuestros ideales.
Mi voluntad es hacer lo mejor para la organización, que en estos momentos pasa por una situación difícil. Por ello, este momentáneo paso al lado pretende no contribuir a ahondar más en los males que nos acechan.
Continúo al servicio de la militancia y de sus legítimos representantes en todos y cada uno de los ámbitos institucionales. Quien quiera trabajar por recuperar un PSOE unido y fraternal, quien quiera consolidar un PSOE donde la militancia decida, me tendrá a su lado.
Estoy convencido de que no habrá mejor manera de unir al PSOE que uniendo las voces de la militancia con su voto en unas primarias y con la celebración de un debate sincero y constructivo en el próximo Congreso. A ello animo a la Gestora. Como animo a nuestros militantes a no abandonar nuestra querida organización. Defendamos nuestro derecho a votar. Trabajemos juntos para recuperar el PSOE. Yo no faltaré a la cita, Gracias".
– Ver también, Duras críticas de Pedro Sánchez exigiendo el fin de la Comisión Gestora (Hechos de Hoy)