En los hechos de hoy, sábado 12, el final de una semana con la gran sorpresa de la operación de Prada para comprar Versace. Un golpe audaz y calculado, como destacaron analistas de la escena del lujo, en la tormenta de aranceles y caos en Wall Street.
Fue un osado golpe de mano de Miuccia Prada, nieta del fundador de la firma, y Patrizio Bertelli, su esposo. Una operación para afianzar el relevo generacional con su hijo Lorenzo Bertelli. Miuccia aprovechó el impacto de la guerra comercial y el caos arancelario.
La escena del lujo. Prada compró Versace en una operación de 1.250 millones para crear un gigante del lujo italiano. El acuerdo -apuntaron expertos a Hechos de Hoy– devuelve a Italia el control de una de sus marcas de moda más conocidas.
Un éxito para Italia, Europa y la Unión Europea. Y una cura de humildad y lección a Donald Trump, el presidente que insiste en afirmar que “la Unión Europea es un invento para joder a Estados Unidos”. El grupo italiano de moda Prada adelantó la compra de la totalidad de la firma rival Versace.
Versace, que tiene su sede central en Milán, estaba en manos de la multinacional estadounidense Capri Holdings, antes conocida como Michael Kors, que cotiza en Wall Street y que la adquirió en 2018 por cerca de 1.800 millones de euros. Con esta operación, la casa fundada por Gianni Versace en 1978 vuelve a estar bajo el control total de una firma italiana.
Además, y esto es importante, Prada refuerza su posición para competir con rivales mundiales como los gigantes franceses del lujo Kering y LVMH. A destacar que LVMH adquirió la totalidad de Loewe, la multinacional española que fue una avanzada en la escena del lujo, en 1996.
El grupo Prada está liderado por Miuccia Prada, nieta del fundador de la firma, y Patrizio Bertelli, su esposo. En la actualidad está preparando el relevo generacional con su hijo Lorenzo Bertelli.
Miuccia ha logrado rebajar el precio de la operación por el impacto de la guerra comercial y el caos arancelario impulsado por Donald Trump.
El grupo Prada explicó los motivos de esta operación señalando que “Versace es una de las principales casas de moda internacionales y un emblema del lujo italiano en todo el mundo”. El grupo destacó que representa “un activo único en el panorama del lujo, con profundas raíces en la historia de la moda, pero con un fuerte potencial en la sociedad contemporánea y sensible de hoy y de mañana”.
El grupo Prada ha querido subrayar que “conservará su ADN creativo y su autenticidad cultural”.
Por su parte Patrizio Bertelli, presidente y consejero delegado del grupo, subrayó que ambas firmas comparten “un compromiso inquebrantable con la creatividad, el cuidado del producto y un sólido patrimonio cultural”.
“Nuestro objetivo es dar continuidad al legado de Versace, celebrando y reinterpretando su estética audaz y atemporal; ofreceremos una plataforma sólida, reforzada a lo largo de los años por continuas inversiones industriales y de distribución. Nuestra organización está preparada y bien posicionada para escribir una nueva página en la historia de Versace, basándose en los valores del Grupo y continuando operando con confianza y rigurosa determinación”.
Fue difícil en la negociación abordar el rol de Donatella Versace, directora creativa de la marca fundada por su hermano. Finalmente renunció a su cargo después de tres décadas al frente de la casa de moda. El nuevo director artístico es Dario Vitale, exdirector de diseño e imagen de Miu Miu, marca que pertenece al grupo Prada.
Con esta operación, Prada se convierte en un gigante italiano del lujo. Se produce en un momento delicado para el sector del lujo por la desaceleración de la demanda en China y los aranceles de Trump.
“A pesar del periodo de gran incertidumbre, miramos al futuro con confianza, proyectados en una visión estratégica a largo plazo”, fue la respuesta de Andrea Guerra, consejero delegado de Prada.
La unión de Prada y Versace abre la escena al gigante Grupo Prada como actor italiano con una facturación de más de 6.000 millones de euros. Toda una declaración de intenciones para competir con LVMH y Kering.
En la actualidad LVMH (Moët Hennessy Louis Vuitton), el grupo presidido por está presidido por Bernard Arnault, es el mayor conglomerado de marcas de lujo del mundo. Por su parte Kering (anteriormente PPR, como siglas de Pinault-Printemps-Redoute) representa al grupo de empresas comerciales francesas creadas por el empresario y millonario François Pinault.
Se acaba de abrir el gran pulso de jefes franceses e italianos, un escenario que ya se avanza en el mundo de la moda como apasionante.
