Los ingredientes
– 2 trozos de queso manchego de 150 gramos cada uno
– 4 hojas de gelatina blanca
– 150 gramos de nata para cocinar
– 2 huevos
– sal y pimienta
– aceitunas negras
La preparación
Remojar las hojas de gelatina en abundante agua fria.
Mientras tanto se ralla uno de los trozos de queso. El otro trozo se corta en triángulos semifinos y se reservan.
Calentar en un cazo la nata junto con el queso rallado removiendo sin parar hasta que se derrita el queso. Retirar del fuego y dejar que se vaya enfriando.
Separar las claras de las yemas e incorporar las yemas con unas varillas en la crema de queso ya algo enfriada.
Escurrir muy bien la gelatina e incorporarla también en la crema removiendo hasta que se disuelva.
Batir las claras a punto de nieve e incorporar también con cuidado en la crema cuando esta comience a gelatinizar.
Salpimentar utilizando bastante pimienta negra recién molida.
Forrar un molde rectangular con celofán de cocina y echar la mousse de manchego. Tapar y guardar en la nevera durante al menos tres horas.
Volcar en una fuente, cortar en lonchas y decorar con los triángulos de queso y las aceitunas negras.