Arranque este lunes de los mercados, en pleno puente festivo en España, con el comienzo formal de un Gobierno plenamente ejecutivo. Hay desde luego alivio compartido. Ningunda duda en los análisis de los bancos de inversión sobre la muy grave situación que se hubiera abierto en España con unas terceras elecciones. Un  riesgo político, económico e institucional.

Mariano Rajoy, tras ser investido presidente el sábado, sopesa y consulta un Gobierno de una o dos vicepresidencias. Estaría analizando un equipo de pulso político y económico.

Al presidente le gustaría que Luis de Guindos permaneciera como vicepresidente económico con el control de todas las carteras claves. Cristóbal Montoro podría seguir pero sin asumir las competencias de las relaciones con las comunidades, en una cartera más técnica. ¿Aceptaría Cristóbal Montoro estar a las órdenes de Luis de Guindos?

Mariano Rajoy habría decidido menos competencias para Soraya Sáenz de Santamaría con una mayor implicación en el diálogo político y económico con las comunidades, un escenario clave en la nueva legislatura. Soraya Sáenz de Santamaría no sería ya la portavoz ni tendría el control de los servicios de inteligencia, el CNI.

En el rediseño del Gobierno, y de su músculo económico, con la prioridad de reformas para crecer y crear empleo, los nombres de Álvaro Nadal, José Manuel Barreiro, Elvira Rodríguez, Julio Gómez Pomar, Isabel García Tejerina y Fátima Bañez en las consultas del presidente.

Hay expectación sobre la decisión final de Mariano Rajoy con Jorge Fernández Díaz, ministro achicharrado, y Dolores de Cospedal, quien no logró desplazar a Ana Pastor para presidir el Congreso de los Diputados.

Mariano Rajoy sabe bien que un gobierno construído con inteligencia y tacto ayudará a tender puentes de diálogo. Y que un error para girar sólo sobre las amistades y fidelidades -y el caso de Rita Barberá ha sido sangrante- lo pagará desde el primer momento. Esa es la explicación de estos días de reflexión de quien ha sido un superviviente de los momentos duros y puede quizá tropezar en el descenso de las cimas.
 

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