Una larga vida de dedicación, éxitos y talento que brilló sin cesar fue reconocida a sus 92 años con el Premio Nacional de Diseño de Moda 2009.
Manuel Pertegaz, nacido en Olba, Teruel, 1917, comenzó sus sueños muy pronto, a los 25 años, con su primera casa de modas de Alta Costura en Barcelona. Después llegaría la de Madrid y los viajes a París con su relación con los mundos de Dior y Balenciaga. En 1954 en Estados Unidos inició su expansión internacional creciendo su fama como maestro de lo fino, lo bello y lo elegante, el escenario en el que Manuel Pertegaz brilló con fuerza.
Rompió todas la barreras siendo el primero en crear un perfume e incluso una colección de joyas. Su leyenda comenzó con su estilo único de Prêt à Porter. En una carrera de éxitos y satisfacciones personales, su encargo más importante lo tuvo en 2004 al asumir el diseño de vestido de la boda de la Reina Letizia.
Fue un vestido de corte continuado desde los hombros al suelo. La parte superior estaba ceñida al cuerpo y se deslizaba suavemente a partir del talle. Lució una cola de 4,5 metros que salía desde la cadera.
El escote del traje en pico, con cuello corola bordado en hilo de plata y oro. También adornaba la espalda y las manoplas de las mangas por ambas caras. El delantero en forma piramidal, así como el bajo de la falda. Vistió un manto nupcial de tul de seda natural de tres metros de largo y con bordados que mezclaban la flor de lis y la espiga.
Para los especialistas, la maestría de Manuel Pertegaz lució entonces en todo su esplendor. En su diseño resumió todos sus conceptos de lo clásico y lo audaz, con una intuición muy fina de lo que es lo elegante, y lo sobrio. Culminó así una larga carrera llena de momentos glorioso -como la gran oferta que declinó en París, la satisfacción de vestir a Ava Gardner, Jacqueline Kennedy y Audrey Hepburn, y haber tenido unos talleres de moda en lo que llegaron a trabajar 700 personas en sus momentos de máxima expansión.
En el Museo Reina Sofía, en una muestra mítica, se rindió homenaje a su carrera con la exposición de 75 de sus trajes que resumieron las claves de su sensibilidad. Pesar en el mundo de la Alta Costura porque con su muerte, como se señaló a Hechos de Hoy, se cierra una edad de oro y esplendor de la moda española.
El encargo más importante