La noticia saltaba en la mañana del 14 de diciembre: la Ryder Cup de 2022 se disputará en Italia, a 17 kilómetros de Roma, en el Marco Simone Golf & Country Club. Las otras candidatas, Alemania, Austria y España, no han podido con la oferta planteada por la Federación Italiana al European Tour.
La decisión fue tomada tras “evaluar la extensa documentación aportada por cada una de las candidaturas con cuestiones relacionadas con el apoyo institucional, la financiación, infraestructuras generales, un campo de golf de categoría `championship´, los transportes, el alojamiento, oportunidades comerciales para Ryder Cup Europe y la contribución del anfitrión al desarrollo del golf en su país”.
La decisión fue tomada tras “evaluar la extensa documentación aportada por cada una de las candidaturas con cuestiones relacionadas con el apoyo institucional, la financiación, infraestructuras generales, un campo de golf de categoría `championship´, los transportes, el alojamiento, oportunidades comerciales para Ryder Cup Europe y la contribución del anfitrión al desarrollo del golf en su país”.
Vamos, que uno de los países del Europa Tour con menos federados por habitante, se lo lleva calentito a casa, dejando asombrado a todo un país de tirón golfístico como Alemania y a otro, como España, que presentaba una gran candidatura con su Costa Brava-Barcelona y el recorrido del PGA Cataluña Resort.
¿Cómo así? Pues muy fácil, sólo tres palabras: euros, euros y euros. Para que no haya duda se lo copio de Crónica Golf: “Italia se compromete a reformar de manera integral el Marco Simone Golf Club (labor que llevará a cabo la empresa European Golf Design, vinculada al European Tour y que llevó a cabo el diseño de la sede de Tres Cantos en la candidatura de Madrid 2018) y a convertir al Open de Italia en uno de los torneos más potentes de Europa, ya que contará con una bolsa de premios de siete millones de euros durante 11 años a partir de 2017.
En 2016, como anticipo de este aumento, el Open de Italia pasará a entregar tres millones de euros (ahora mismo cuenta con un millón y medio)”; fin de la cita, que diría Mariano Rajoy antes de su Cara a Cara con Pedro Sánchez.
Se trata de dinero, de mucho más dinero… y de prestigio que suele llegar de la buena comunicación, de eso que mis amigos franceses llamarían mise en scéne. Con otra cita lo aclaro; ésta de Keith Pelley, el máximo representante del European Tour, tomadas de la web oficial de la Ryder Cup: “La historia ha demostrado una y otra vez que la Ryder Cup es puro teatro con los jugadores como estrellas, y no hay duda de que la Ciudad Eterna de Roma ofrecerá un maravilloso telón de fondo para una de las grandes ocasiones del golf mundial”.
Teatro, espectáculo, telón de fondo: “Something is rotten in the state of Denmark” que diría Marcelo a Horacio en el Acto I, Escena IV de Hamlet, y que nos hace ver que hasta lo más noble sucumbe a la tentación del dinero a espuertas. Y, bien mirado, por qué no invertir en esto que mata tan pocas personas por año. Lo único que hay que temer es que el dinero convoque a la vulgaridad.
Por lo demás, es cuestión de felicitar al anfitrión de un torneo bienal que se celebrará en la tan querida ciudad de Roma, donde toda belleza está en piedra y en vida. Donde se puede vivir y morir para siempre, donde son arte la luz y el sonido. Y, como el propio Hamlet diría al terminar la tragedia. “A mi me resta sólo el silencio”. Un silencio tras el telón de un soneto.
Sin Ryder dejas a mi Cataluña,
Roma, y a España sin Internacional.
No tienes federados de gran cuña,
ni en el top diez juego para este bienal.
¡Oh César: me dejas en la cuneta!,
pues sí, mi patria España deseaba
ser la elegida. Ahora, puñeta,
a llorar lo que Boabdil lloraba.
Mas ná se pierde, si es el golf quien gana
Con swing, elegancia y Martini blanco.
Te tengo gran amor ciudad romana,
pues tu historia valor contiene tanto
que triunfaremos a la americana:
bastan palos y un aria de bel canto.
