En Francia, un escenario de devastación política. El Frente Nacional -con el programa de la salida del euro y del espacio Schengen para volver a las fronteras nacionales- extendió su poder por todo el país. En las urnas, arrasó:
– FN (Frente Nacional), 24 escaños, +21%
– UMP (Unión por un Movimiento Popular), 20, -9%
– Partido Socialista, 12 -1%
– Otras fuerzas políticas, 17, -9%
En Italia, en cambio, y fue uno de los factores que movió el lunes las Bolsas al alza (asunto que destacó Hechos de Hoy), el partido de Silvio Berlusconi resultó vapuleado en las urnas. Matteo Renzi (PD) y su agenda reformista recibieron un importante respaldo electoral:
– PD (Partido Democrático), 31. +10
– M5S (Movimiento Cinco Estrellas), 17, +17
– FI (Forza Italia, 13, -16
– Otras candidaturas, 12, -10
En Alemania, victoria de Angela Merkel y recuperación socialdemócrata, en un país gobernado por la coalición de democristianos y socialdemócratas, la Grosse Koalition, que aplica y defiende las políticas de crecimiento como la reforma más eficaz frente al populismo:
– CDU/CSU (Unión Demócrata Cristina y Unión Cristiano Social), 34, -8
– SPD (Partido Socialdemócrata Alemán), 27, +4
– Los Verdes, 11, -3
– Resto (AFD (Alternativa para Alemania)) y NPD (Partido NacionalDemócrata), 24, +4
En el Reino Unido, la irrupción exitosa de Nigel Farage, la opción populista, sacudió como nunca lo había hecho a los tres partidos tradicionales. El objetivo de Farage es el de la máxima ambición: llegar al 10 de Downing Street:
– UKIP (Partido de la Independencia del Reino Unido), 24, +11
– Laboristas, 20, +7
– Conservadores, 19, -6
– Otros, 7, -11
En España, por primera vez, populares (PP) y socialistas (PSOE) no lograron juntos el 50% en lo que se pudo visualizar con el fin del bipartidismo con un escenario de cinco fuerzas políticas en el que entró -junto a Izquierda Unida y Unión, Progreso y Democracia– la izquierda radical de Podemos.
En Europa, el Parlamento Europeo (751 diputados) quedó dominado por el PPE (Partido Popular Europeo) y la Alianza progresiva de Socialistas y Demócratas (SD) como fuerzas principales aunque en un escenario de fragmentación con presencia de extrema derecha y extrema izquierda:
– PPE (Partido Popular Europeo), 213
– SD (Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas), 190
– ALDE (Alianza de Liberales y Demócratas por Europa), 64
– Verdes/ALE (Alianza Libre Europea), 53
– CRE (Conservadores y Reformistas Europeos), 46
– GUE/IVN (Izquierda Unitaria Europea / Izquierda Verde Nórdica), 42
– ELDE (Europa de la Libertad y la Democracia), 38
– Independientes, 41
– Otros, 64
Primer movimiento
Después de la tormenta y el shock, la Conferencia de Presidentes de los Grupos Políticos del Parlamento Europeo mantuvo su primera reunión y se adelantó a la cena organizada por el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy. Dejó en manos del candidato del grupo más votado, Jean-Claude Juncker, ser el primero en intentar formar la mayoría que abra las puertas a su elección como sucesor de Jose Manuel Durao Barroso.
Los nuevos acontecimientos políticos en Bruselas se producen tras los sismos en el Reino Unido y Francia, y el avance en Europa en general de movimientos populistas, antieuropeos y xenófobos. Pese a la sorpresa, y lo doloroso de comprobar el avance de populistas y el giro a la extrema derecha y a la extrema izquierda, no debe quedar en segundo plano la personalidad de quienes ganaron. Lo hicieron los partidos que defienden la fuerza de los valores de Europa y el euro como pilar de estabilidad e influencia.
En Alemania los resultados sólidos de democristianos y socialistas y en Italia la consolidación del centroizquierda tras la pesadilla vivida con Silvio Berlusconi se convirtieron en lo positivo de una elección de sorpresa y obvia inquietud. No hay que olvidar sin embargo que las cinco grandes fuerzas políticas que defienden la cohesión de la Unión Europea -populares, socialistas, liberales, verdes, y la llamada Izquierda unitaria- reúnen una fortaleza de 550 diputados de los 751 de la Cámara.
La primera opción para presidir la Comisión Europea es la del socialcristiano Jean-Claude Juncker. Pero también podría convertirse una alternativa el socialdemócrata Martin Schultz. Se han especulado con otras alternativas, incluso con la salida de Christine Lagarde del Fondo Monetario Internacional como la candidata outsider. La posibilidad sin embargo más interesante, sobre todo tras una legislatura tan dramática como la última con una galerna formidable sobre el euro, podría ser la de trasladar a Bruselas el espíritu de una gran coalición de democristianos y socialistas. No es cuestión menor para los líderes europeos en una hora de responsabilidad que les exige a la vez lucidez y audacia.
