fjrigjwwe9r1_articulos:cuerpo
Guillermo Vázquez es, como yo, hijo y nieto de ferroviarios. Gracias a esa coincidencia y a un post publicado en
El Fogonero, donde cuento
la historia de Papito Villa (el maquinista que en verdad puso en movimiento el tren que Fidel Castro dijo estar conduciendo el 29 enero de 1975), se puso en contacto conmigo.
Su abuelo, Pedro Valdivia, fue maquinista de la locomotora 16 de los Ferrocarriles Unidos. En ella, corrió trenes de viajeros de La Habana a Cienfuegos desde 1930 hasta 1962.
Aunque no conserva fotos de la legendaria máquina, sí recuerda la descripción que hacía su abuelo de ella: tenía tres voladoras por banda y superaba los 100 km/h. Como no tenía velocímetro, Valdivia calculaba la velocidad midiendo el tiempo por el reloj reglamentario y la distancia por los postes del telégrafo.
Su padre también se llamaba Guillermo Vázquez, pero entre ferroviarios era conocido como Mandrake. Fue maquinista, inspector y jefe de Tracción en la Estación Central. En los años 60, Mandrake viajó a la Unión Soviética y Hungría a recibir cursos técnicos sobre locomotoras que serían enviadas a Cuba.
De esos viajes su hijo si tiene fotos. En la primera, un grupo de ferroviarios cubanos (entre los que se encuentran Mandrake y Papito Villa) posan delante del Teatro Bolshoi, en Moscú. Es 1964 y ellos serían los primeros maquinistas de las célebres TEM 4.
En la segunda, de 1969, aparece
Mandrake en Ivancsa, Hungría, en una prueba de las DVM-9. Gracias a la gentileza de
Guillermo, comparto ambas imágenes en
El Fogonero, las cuales son un valioso testimonio de los años en los Ferrocarriles de Cuba recibieron los primeros equipos del campo socialista.
Guillermo Vázquez en Budapest en 1969, en un curso técnico sobre las locomotoras DVM-9. Cuba recibió 70.
A diferencia de su abuelo y su padre, Guillermo fue ferroviario apenas dos años, entre 1982 y 1984, cuando laboró como electricista de Equipos Tractivos en los Talleres de Ciénaga. Pero su sentido de pertenencia hacia esa cultura, que se entonces se transmitía de generación en generación, sigue intacto.
Gracias a eso, Valdivia y Mandrake están a salvo del olvido.