Sarah Palin, exgobernadora de Alaska, robó los focos y el show político en 2008 cuando irrumpió en la campaña junto a John McCain. Barack Obama pulverizó la operación con dos duras derrotas al Partido Republicano.
La cuestión ahora es más compleja en Estados Unidos. Donald Trump, unido a los concursos de belleza y bestia negra de los latinos por sus insultos, quiere dar un golpe en el tablero de la política de Estados Unidos, tumbar a sus rivales, y convertirse en explosivo candidato. No busca votantes sino militantes. Si llegara a la Casa Blanca sería el presidente odiado por la mitad del país.
Atención a los primeros duelos que llegan: Iowa el 1 de febrero y una semana después, el 9, New Hampshire. Según las rigurosas encuestas de Real Clear Politics, Donald Trump ha consolidado su liderazgo con 27,9% en Iowa y 32,2% en New Hampshire.
Si Donal Trump se hace con la nominación del Partido Republicano, es una especulación lo que sucedería en las elecciones de noviembre. Muy difícilmente lograría el éxito de los votantes independientes y los llamados demócratas de Reagan, que cruzan la barrera de los espacios para dejar el Partido Demócrata y votar por el Partido Republicano. Pero daría el golpe más letal al prestigio, la reputación y la solvencia de los conservadores.
En este escenario, The New York Times situó la reflexión de Michael Bloomberg, sopesando el plan de una campaña independiente para la presidencia de Estados Unidos. El mítico exalcalde de Nueva York (2002-2013) reaccionaría así, a sus 73 años, para ser la alternativa al republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton, que son los precandidatos mejor situados frente al senador por Texas, Ted Cruz, y el senador por Vermont, Bernie Sanders.
¿Puede haber un paralelismo entre Estados Unidos y España? ¿Existe la salida Bloomberg para España frente al bloqueo de Mariano Rajoy y Pedro Sánchez?
Por el momento, Mariano Rajoy, con 123 escaños, no ha tenido éxito para una coalición de PP, PSOE y Podemos. Erró en no construirla desde abajo, con una hoja de ruta muy precisa para reformas de máximo consenso y legislatura corta.
A su vez Pedro Sánchez, con 90 escaños, pretende una investidura sumando al PSOE los diversos grupos de Podemos, Izquierda Unida, PNV, y el apoyo o la abstención de las dos fuerzas independentistas catalanas, ERC y DL.
En este escenario irrumpió Podemos y sus grupos afines. Responden originariamente al movimiento de indignados del 15 M pero quedaron atrapados por la fascinanción de ser estrellas de las cadenas convirtiendo el Congreso en un plató de televisión el día del arranque de la legislatura. Dispuestos al show continuo y la radicalidad política.
Pedro Sánchez podría conseguir la investidura, de forma matemática, pero no gobernar respondiendo a los intereses generales. Mariano Rajoy optó de nuevo por tácticas y obvió las estrategias de las reformas audaces. Puede sufrir al final la misma medicina amarga que sacó a Artur Mas de la primera línea.
En este escenario Albert Rivera, al frente de Ciudadanos, con 40 escaños, el primer espacio político de centro que existe en la democracia española, trata de tender puentes entre PP y PSOE. Es el único líder con la convicción de que el objetivo central es la reforma de la Constitución, una misión que debe procurar incluir a todo el arco parlamentario.
¿Un espacio para Michael Bloomberg en Estados Unidos ante la capacidad de destrucción de Donald Trump?
¿Un liderazgo nuevo en La Moncloa para un gobierno que incorpore a figuras valiosas de la izquierda y la derecha para las reformas definitivas que urge España como democracia avanzada?
¿Un paralelismo entre Estados Unidos y España?
La misión más compleja, delicada, y realmente titánica de Felipe VI en una crisis de bloqueo político en España donde la respuesta última no debería ser la de nuevas elecciones generales. Nunca imaginaron Juan Carlos I y Sofía una prueba tan delicada para la Corona.
– Ver en Hechos de Hoy, Patxi López en rol clave frente al show de Podemos con bebé y puño cerrado.