Estados Unidos volvió al escenario de Irak con el primer ataque aéreo contra la guerrilla de Estados Islámico (EI, también conocida bajo las siglas de ISIS). Como explicó Hechos de Hoy, por un lado el llamamiento del papa Francisco advirtiendo de catástrofe humanitaria, y por otro la abierta preocupación de Arabia Saudí por el poder sunismo radical, motivaron el anuncio de Barack Obama y sus órdenes al Pentágono.
El primer ataque se produjo para destruir las posiciones de la artillería iraquí, el arsenal arrebatad por la guerrilla al Ejército de Irak. Estados Unidos se movilizó así en dos direcciones. Envió aviones de transporte -C-17 y C-130- escoltados por cazas F/A-18 para lanzar paquetes con agua potable y comida a los miles y miles de refugiados yazidíes refugiados en el Monte Sinjar, en el noroeste de Irak, donde se encuentran atrapados. A la vez atacó la vanguardia de la actual ofensiva de ISIS que ya se encuentra a 40 kilómetros de Erbil, la capital kurda. El contraalmirante John Kirby confirmó el ataque de cazas F/A-18 con bombas guiadas por láser.
En la actualidad, Estados Unidos tiene dos centros militares en Irak, uno en Erbil y otro en Bagdad. El ataque de la guerrilla y su avance hacia Erbil pone en su punto de mira a personal de Estados Unidos. Hasta ahora los llamados peshmergas, las milicias kurdas, fueron incapaces de frenar este avance por la entrada en acción de la artillería. El viceasesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, dijo a la cadena MSNBC que el uso de la fuerza aérea cambiará el equilibrio de fuerzas. Pero nadie en Washington se aventura a imaginar otros escenarios, Si la guerrilla llegase a tomar Erbil será una catástrofe total porque estarían dispuestos a asesinar a herejes e infieles.
A la vez, y esto es importante, la Administración Federal de Aviación emitió un comunicado que restringe a las aerolíneas estadounidenses sobrevolar el espacio aéreo iraquí dada la "peligrosa situación creada por el conflicto armado". En la actualidad, entre asesores y soldados, hay mil militares de Estados Unidos en Irak. Y permanece una relación fría entre Barack Obama y Nuri al Maliki.