Tras varios ingresos en el Hospital Carlos III de Madrid, la alerta se ha disparado y el temor va en aumento. "La OMS no asigna culpas. No es nuestro papel", aseguró el portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Washington, Daniel Epstein, aunque determinó que siguiendo los "procedimientos adecuados, el riesgo de contagio fuera de África era muy bajo".
"Puede haber habido un error en el protocolo", explicó ante el caso de la auxiliar de enfermería española infectada de Ébola. Hay que recordar que España comunicó la noche del lunes a la OMS que una de las enfermeras que había atendido al español repatriado desde Sierra Leona el pasado 22 de septiembre estaba infectada.
"Los países europeos, especialmente los del área occidental, están preparados tanto para cortar un brote como para tratar a los enfermos de Ébola. Tienen medios, laboratorios y capacidad para controlar la infección", comentó el experto que asegura que "puede haber más casos" en España, "pero nunca un brote como en África".
"También ocurrirán en el futuro casos importados y sucesos similares como los ocurridos en España, muy probablemente. "Pero lo más importante para nosotros es que Europa todavía tiene un riesgo bajo y que la parte occidental de la región europea particularmente es la mejor preparada del mundo para responder a las fiebres víricas hemorrágicas como el Ébola”, explicó.
El origen del Ébola
Fue en el año 1967 cuando un cargamento de chimpancés llegó a Europa desde Uganda. Su destino eran tres laboratorios de investigación europeos, dos en Alemania, en las ciudades de Fráncfort y de Marburgo, y otro en Belgrado, en la que por entonces era Yugoslavia. Fueron los investigadores quienes manipularon aquellos animales sin tomar precauciones especiales.
Días después, varios de ellos comenzaron a experimentar fiebre alta, malestar y dolor de cabeza. Pasado un tiempo, saltaron las alarmas al comprobarse que se trataba de una fiebre hemorrágica en la que se producían diarreas y vómitos con sangre. Murieron siete personas y se infectaron un total de 31.
Se puso en cuarentena a los investigadores y se consiguió contener el brote. Cuando pasó el tiempo, se comprobó que se trataba de un nuevo virus y se descubrió que pertenecía al mismo orden que el virus del sarampión. El nombre que recibió fue el virus de marburgo y se convirtió en el primer ejemplar de un peligroso grupo a los que llamaron Filovirus.
Ya en el año 1976, un Filovirus muy similar al marburgo apareció en las profundidades de Sudán y de la República Democrática del Congo (RDC). Parecía estar relacionado con los murciélagos de la fruta y se descubrió que también infectaba a los monos que vivían entre la vegetación. De ahí que le llamaran Ébola, por el del mismo nombre que estaba por las proximidades al origen del brote.
Aquel virus mostró ser una de las creaciones más letales de la naturaleza ya que era capaz de matar a casi nueve de cada diez personas a las que infectó en RDC y a cinco de cada diez en Sudán. En aquel momento, infectó a 602 personas y mató a 431. De acuerdo a los datos de la OMS, desde el descubrimiento del virus Ébola en 1976 y hasta el año 2012 se documentaron en torno a 1.850 casos de fiebre hemorrágica del Ébola, de los que más de 1.200 fueron mortales.
Pero en el año 2013, el virus apareció por primera vez en la historia en África occidental. El trasiego incesante de la población, la aparición de la infección en zonas remotas y de difícil acceso, el desconocimiento de la población y la debilidad de los sistemas sanitarios, se convirtieron en elementos para crear una epidemia que calificaron como “sin precedentes”.
Pese a los esfuerzos de la OMS y de los países afectados, hasta el día 5 de octubre se han registrado 3.431 muertes y 7.470 infecciones. Tres países (Guinea Conakry, Liberia y Sierra Leona) sufren la mayor parte de las víctimas. Pero también hay enfermos en Nigeria (20 casos y 8 muertes), y uno en Senegal.