No es una cuestión menor. ¿Quién manejó el cuchillo para partir el Partido Popular? ¿Quién filtró la noticia de la invstigación? ¿Se produjo desde La Moncloa? ¿Partió de los cuarteles generales de Génova?
Atención porque todo cambió en un tremendo terremoto que puso el ecosistema político de España patas arriba,
Isabel Díaz Ayuso ya no podrá elegir o plantear ser la presidenta de la Comunidad de Madrid y a la vez presidir el Partido Popular de Madrid. Ni tanpoco permanecer, si obtuviera a la vez esos dos logros, como aspirante a presidir la dirección nacional del partido.
O se impone y triunfa en esta batalla a vida o muerte. totalmente brutal, y se convierte en la líder nacional del Partido Popular y candidata in pectore a la Presidencia del Gobierno en las proximas elecciones generales, o cae y es barrida.
La batalla llegó al punto final de todo o nada.
Para Pablo Casado es exactamente igual. O mata políticamente a Isabel Diaz Ayuso o cae y sale de la política. Ya no podría existir paz, convivencia y pacto entre ambos. Todo se rompió.
Puede que sea una batalla de desenlace inmediato o se prolongue. Aparentemente Casado cuenta con el poder y los respaldos para aplastar a Ayuso. Pero no se puede dar por muerta a la presidenta. Puede recibir apoyos insospechados para ser la primera mujer que llegue a La Moncloa y derrote a Pedro Sánchez en los comicios de 2024 (o antes).
Esta claro que Pablo Casado, por su torpeza, falta de talento y valentía, no logrará imponerse a Pedro Sánchez en las urnas.
Si en la lucha final que se abre cae Isabel Díaz Ayuso, los madrileños perderán una gran presidenta. Y los españoles no tendrán a una valiente mujer en La Moncloa para reconstruir y llenar de ilusión y frescura a España. Un país destrozado, arruinado y roto por todo lo que alumbró -con aventureros sin escrúpulos- el Pacto de Frankenstein de socialistas, comunistas, anticapitalistas y secesionistas.