Momento de emoción en la República Dominicana en la muerte, a los 88 años de edad, de Bélgica Adela Mirabal, más conocida como Dedé, hermana de Patria, Minerva y María Teresa. Era la única superviviente de las hermanas Mirabal, historia de la valentía y el amor por la libertad y la dignidad de su propio país. Su asesinato fue el detonante que hizo despertar a muchos dominicanos de la crueldad del trujillismo.
Junto a excelentes libros de historia y de investigación -y recomiendo de forma muy especial Historia del Caribe de Frank Moya Pons– dos magníficas novelas retratan parte de la historia moderna de la República Dominicana. Una de ellas es La fiesta del chivo, de Mario Vargas Llosa, que de libro de culto pasó a ser rechazado por decir en voz alta lo que otros callan del cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez (ver en Hechos de Hoy, Vargas Llosa insta al cese de los arzobispos de Lima y Santo Domingo). Vargas Llosa denunció a la vez con la máxima energía el escandalo de la sentencia del Tribunal Constitucional que ha abierto todas las heridas en la relación nada fácil entre Haití y la República Dominicana con idiomas, religiones y sentimientos muy diferentes, pero obligados a la convivencia en el corazón del Caribe por compartir la geografía de la isla de La Española.
El otro es el magnífico En el tiempo de las mariposas de Julia Álvarez. Bélgica Adela Mirabal, conocida cariñosamente como Dedé, era la madre del ministro de Deportes y exvicepresidente, Jaime David Fernández Mirabal. Falleció en Santo Domingo, después de estar varios días hospitalizada por problemas pulmonares, en el Centro de Medicina Avanzada Doctor Abel González. Su sobrina y diputada Minou Tavarez Mirabal explicó sus últimos momentos.
Aunque Dedé no estuvo en el primer plano de sus hermanas, supo y apoyó su vida heroica. Su muerte representa por tanto el final de la saga de las hermanas Mirabal que Julia Álvarez en su bella novela En el tiempo de las mariposas, In The Time Of the Butterflies (publicada en 1991 y llevada al cine en el 2001 con Salma Hayek y Edward James Olmos), retrató como las heroínas por excelencia del Caribe.
En homenaje a las Hermanas Mirabal se creó el Día Mundial de la Lucha contra la Violencia de Género que se celebra cada 25 de noviembre. Pero su vida y legado tuvo una mayor trascendencia. Patria, Minerva y María Teresa, con apoyo de su hermana Dedé, asumieron el compromiso, que otros evitaron por miedo a las represalias, de derrocar la tiranía del trujillismo. El mismo Trujillo ordenó su acoso, persecución, encarcelamiento y finalmente asesinato.
Dedé atesoró con nostalgia y amor los días de felicidad de juventud, las ilusiones y esperanzas, y los proyectos de vida que nacieron en aquel jardín de Ojo de Agua en el municipio Salcedo. Representaron la memoria histórica de la pasión de libertad que nunca murió. En la hora de la muerte de Dedé, el coraje de las Hermanas Mirabal permanece. Es un llamamiento que se renueva de respeto por la convivencia, el diálogo y la dignidad de hombres y mujeres. Si se cumpliera fielmente, sería el mayor motor de cambio y transformación política.
