En los hechos de hoy, sábado 14, hierve Seúl. Un clima de agitación y movilizaciones sin precedentes en Corea del Sur.

Es la segunda vez en menos de una década que un líder surcoreano enfrenta un proceso de impeachment en el carg. Significa que Yoon está suspendido del ejercicio de sus poderes hasta que la decisión sea finalmente tomada por el Tribunal Constitucional del país.

Han sido días dramáticos como destacó Hechos de Hoy. La dramática decisión marca la culminación de un sorprendente enfrentamiento político después de que Yoon declarara brevemente la ley marcial el 3 de diciembre y enviara soldados al p¡Parlamento. Los legisladores lucharon contra las tropas para entrar al edificio y rechazar el decreto.

La apuesta de Yoon fracasó estrepitosamente y llevó a muchos en la vibrante democracia asiática a pedir su destitución.

Los partidos de oposición intentaron destituirlo hace una semana, pero Yoon sobrevivió después de que miembros de su gobernante Partido del Poder Popular boicotearon la votación, diciendo que esperaban que el presidente renunciara voluntariamente.

Yoon luego redobló sus esfuerzos. El jueves pronunció un discurso desafiante en el que defendió su decisión de imponer la ley marcial, criticó a la oposición, afirmó que estaba tratando de salvar al país y prometió “luchar hasta el último momento con el pueblo”.

Sin embargo, momentos antes de ese discurso, el líder del partido de Yoon retiró su apoyo al presidente y respaldó el impeachment como la “única manera de defender la democracia”, instruyendo a los legisladores a votar con su conciencia.

Miles de manifestantes se reunieron en Seúl el sábado, desafiando el frío, para pedir la renuncia de Yoon antes de la votación, que fue aprobada por 204 legisladores y 85 votos en contra.

Mientras tanto, miles de partidarios del presidente se reunieron en el centro de Seúl, muchos ondeando banderas de Estados Unidos y Corea del Sur, coreando consignas y sosteniendo carteles en apoyo del asediado Yoon.

Yoon, quien ha sido inmediatamente suspendido de sus poderes, ahora espera un fallo del Tribunal Constitucional, uno de los tribunales más importantes del país, para confirmar su destino, lo que puede demorar hasta seis meses.

Si se confirma, se convertirá en el segundo presidente surcoreano en ser expulsado del cargo mediante un juicio político después de Park Geun-hye, la primera mujer líder del país.

Según la ley surcoreana, el primer ministro Han Duck-soo actuará como presidente interino, pero también enfrenta sus propios problemas políticos y está siendo investigado por su papel en la decisión de la ley marcial, lo que se suma a la incertidumbre política en las próximas semanas.

Yoon, un ex fiscal y activista conservador, ha tenido dos años difíciles en el cargo, sumido en bajos índices de aprobación y escándalos políticos que involucran a su esposa y nombramientos políticos.