Cuando los grandes maestros valencianos buscan el momento extremo en las noches de fuegos artificiales son únicos. Durante momentos el espectáculo total de fuego y color, y el ruido ensordecedor, embarga, impacta e incluso emociona, despierta extrañas sensaciones de instantes únicos. Esa misma sensación se vive ahora en la escena política de Cataluña, pero sin tregua, de forma sucesiva, con un morbo que está dejando exhaustos a todos los protagonistas.
En estos fuegos de traca, la presidenta del Parlamento de Cataluña, Núria de Gispert, le retiró la palabra a Albert Rivera, convertido en enfant terrible de la situación. Xavier Sardá espetó la cruda realidad de que el canal TVE3 se convirtió en una máquina de propaganda. El Consejo de Gobierno de la Generalitat vivió a su ves -asunto que destacó Hechos de Hoy– una de sus reuniones más agitadas en la historia de la democracia. Y la tensión sigue abierta, y es profunda, aunque cuidando las formas, entre Artur Mas y Joana Ortega, una situación de alto morbo político.
La estrategia de Artur Mas es la de presionar ahora al Tribunal Constitucional para que levante de inmediato la suspensión de la consulta. El presidente de la Generalitat, que evitó la foto del balcón del Palau -la imagen que permanece en la retina de Josep Tarradellas con su frase mítica: “Ciutadans de Catalunya, ja sóc aquí!"-, sabe muy bien que está en su particular cabo de las tormentas. En los comicios de 2012 perdió doce diputados, en los próximos simplemente la actual federación nacionalista tal como la conocemos hoy -CiU-, y el propio partido de Artur Mas -CDC), habrá embarrancado. El presidente de la Generalitat podrá triunfar o fracasar. En cualquiera de las alternativas será con estrépito. Caben pocas dudas. Pero está al timón.
¿Hacia dónde se avanza? La clave se encuentra en el Tribunal Constitucional. Y la respuesta reside en lo que se conoce como el Pacto de Santo Domingo. En un viaje a la República Dominicana, los magistrados Pedro González Trevijano y Juan Antonio Xiol establecieron un consenso para que hubiera unanimidad en el fallo del Tribunal Constitucional ante el recurso del Gobierno contra la declaración soberanista del Parlamento de Cataluña.
Asumen ahora tejer un acuerdo de unanimidad -y podría suceder antes del final de diciembre como se apunta en medios jurídicos- sobre la ley de consultas y el decreto que la desarrolla. Los dos magistrados asumen ahora el reto de hilar muy fino pero con exactitud jurídica y claridad.
El consenso apuntaría por tanto a la reivindicación del derecho a decidir y a la defensa de la democracia. El desenlace más positivo y más difícil podría abrir la puerta de una reforma constitucional. ¿Habrá paciencia para esperar? El Rey Felipe VI ha enviado mensajes de templanza a Mariano Rajoy y Pedro Sánchez. En su agenda figura un próximo encuentro con Artur Mas.
El decreto de la polémica