Sin duda para la Reina Letizia no han sido tiempos fáciles. De repente, ha vivido de sopetón ese “tú a Zaragoza (Leonor), yo (Sofía) a Gales”. Con la Princesa Leonor y la Infanta Sofía lejos de casa, la vida familiar en La Zarzuela ha dado un vuelco total.
Ha sucedido como en muchas familias. Casi a la vez las dos hijas han dejado el hogar. El Rey Felipe VI y la Reina Letizia han podido vivir y sentir lo que los expertos llaman síndrome del nido vacío.
A la vez han sido -y son- momentos de gran preocupación del Rey al no haber declinado Pedro Sánchez formar gobierno tras su derrota como hizo en su día Felipe González. A Sánchez no le importó ni preocupó el desprecio de los tres partidos independentistas –BNG, ERC y Junts– de no acudir a las consultas políticas del Rey en el Palacio de La Zarzuela.
Por el momento, la legislatura está encallada. Carles Puigdemont y Pedro Sánchez han chocado antes de arrancar. Junts no apoyará ni la extensión de las medidas anticrisis, ni tampoco la ley ómnibus, dos proyectos vitales para el Ejecutivo. Es una incógnita lo que sucederá en los próximos días pero ha quedado evidenciada la relación tensa entre el Rey y Sánchez al defender el presidente del Gobierno y líder del PSOE una Ley de Amnistía que supone un ataque frontal a la Constitución.
A este marco político se suma, en el escenario de la comunicación, la máquina trituradora en que se ha convertido X (exTwitter) -bajo el poder de Elon Musk– sin protocolos ni ingeniros de veracidad y ética que pongan fin a calumnias, odios, mentiras y destrucción de reputaciones.
En el espacio analógico si un Legacy Media (un periódico en papel) publica una noticia falsa o una calumnia, recibe de inmediato la rectificación con obligación de su publicación inmediata al margen de otras acciones legales. Nada de eso existe -como ha destacado Hechos de Hoy– en el universo X, el mundo de la imunidad.
La Reina sufre además por los ataques al Rey y a ella misma, impulsados en parte por medios secesionistas que buscan atacar sin escrúpulos a la Monarquía Parlamentaria. También la Reina sufre, junto a su marido, por la brecha abieta con el resto de la familia Borbón excepto la reina emérita Sofía.
Tdo esto ha llevado a ver a veces la magen de una Reina más triste, delgada y preocupada. En parte se vio en momentos de la Pascua Militar. Pero también se asistió al orgullo, complicidad y enorme cariño con la Princesa de Asturias. Precisamente la propia ministra de Defensa quiso hacer un elogio de la Reina como madre por la educación, junto al Rey, de la Princesa de Asturias,. querida y valorada or los esoañoles, en todas las encuestas, por su valentñia, coraje y decisión.