Sorprendente. Este es el mejor calificativo que podría llevarse Reverso, la ópera prima del director de cine Carlos Martín que fue rodada con un presupuesto muy bajo. La película tiene un guión espectacular, cuidado al detalle, que sabe mantener la atención del espectador y generar una atmósfera de tensión a lo largo de toda la cinta.

Los planos cuidados ofrecen un trabajo de cámara profesional que nada tiene que envidiar a las producciones de mayor presupuesto. Las interpretaciones son buenas, destacando sobre todo la de Raúl Mérida.

Narrada con ayuda de numerosos flashback, la historia se centra en dos hermanos que cambian el escondite por unos juegos muy peculiares que no dejarán indiferente al espectador, sumido en una espiral de violencia muy bien desarrollada por estos dos jóvenes pero solventes actores que son Iván Hermés y Raúl Mérida.

Hace unos meses el director de cine Pere Portabella presentó en el Museo Reina Sofía de Madrid la película Informe general II. El nuevo rapto de Europa, en la que trata la dimensión política, económica, social y ecológica de la crisis española desde la perspectiva de las redes y de la cultura.

Se trata de una versión restaurada de la película que constituye su precedente, Informe general, sobre algunas cuestiones de interés para una proyección pública, rodada en 1976 y en la que documenta el final del régimen franquista y el proceso de la fundación de un Estado democrático con la aparición de nuevos agentes políticos y sociales en el paisaje urbano e industrial, con la aspiración ciudadana a nuevas formas de vida.

Así, el director señaló que al ver la situación actual se planteó lo que vio en el 76 "cuando el ciudadano se apodera de la política y empieza a actuar". De esta forma, invita al espectador "a que haga un viaje a partir de sus experiencias".

En este sentido, Portabella afirmó que decidió realizar un nuevo Informe General "porque a partir de 2011 irrumpe una marea fundamental en Cataluña y en el resto de España" que "durante cuatro años seguidos se dan concentraciones que no son las tradicionales; son auténticas performances".

Portabella, en esta ocasión, toma la cultura como punto central para plantear "imaginar el museo vacío y preguntar para qué sirve el espacio". Además, subrayó que la cinta "está formada, no por entrevistas, sino por reuniones con temas pactados" y "el relato circula teniendo en cuenta la imagen y la música" de los protagonistas.

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