Llegó julio con miércoles desconcertante en Atenas donde hay nervios e ira de los pensionistas y se extiende el clima de una gestión política irresponsable por parte de Syriza, la Coalición de Izquierda Radical.
En la noche del martes la concentración en la Plaza Syntagma de Atenas fue la muestra del comienzo de la cólera ciudadana ante una campaña electoral en la que hubo engaños, meses perdidos en acometer reformas, y dejar ahora en manos de los ciudadanos el timón en el peor momento (ver en Hechos de Hoy, El Eurogrupo descarta un tercer rescate de Grecia antes del referéndum).
Yanis Varoufakis sigue siendo, en la siniestra estrategia de Alexis Tsipras, el poli malo y bueno. Tras exasperar al Eurogrupo, es quien está filtrando el nuevo giro de Alexis Tsipras.
El primer ministro -según Financial Times (FT)- envió una carta a las instituciones europeas (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) en la que da su visto bueno a la mayoría de las condiciones de la oferta que rechazó el pasado viernes (IVA turístico del 13%, paquete de crecimiento de 35.000 millones, reestructuración de la deuda).
Angela Merkel mantiene el criterio de que no se debe negociar hasta conocer el resultado del referéndum. La consulta actúa ahora negativamente para Alexis Tsipras. Se convirtió en su propia trampa. El Eurogrupo celebra una nueva videoconferencia. Todo está abierto, dramáticamente abierto, y dolorosamente para Grecia.
En las Bolsas, este giro cambió. Se pasó del varapalo de fin de junio a un escenario, en el arranque de julio, de confianza en el euro, el sistema financiero en la Zona euro e incógnitas sobre Grecia pero reducidas al área de los Balcanes. El IBEX 35 y la prima de riesgo de España pasaron a un escenario de rebote y contención.