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MOSCAS ALCOHOLIZADAS

¡Bienvenidos a Burkina Faso!, un país pobre, tranquilo y con encanto

¿Buscáis un poco de calma en medio de conflictos? ¿África auténtica pero relajada? ¿Un lugar ideal para viajeras a las que les gusta ir por su cuenta?

Hechosdehoy / José Antonio Ruiz
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¿Os gustan las sopas de gusanos? ¿Buscáis un poco de calma en medio de conflictos? ¿África auténtica pero relajada? ¿Un lugar ideal para viajeras a las que les gusta ir por su cuenta pero les da un poco de “yuyu” la región? ¡Bienvenidos a Burkina Faso!

Sí, amigos míos, es un país. Sé que la mayoría lo conocéis, claro, pero lo digo por si alguien pensaba que era una fábrica de burkas de Kabul. Atrás quedan los “ronssitos” y las “bailaítas” de Los Roques en Venezuela y saltamos al centro de África Occidental.

Burkina Faso es uno de los países más pobres de África pero es también de los más calmados. Aunque recientemente ha sufrido un golpe de Estado, ¿qué os puedo decir? a veces parece un deporte continental. Así como nosotros decimos: “Vamos a echarnos una partidita de cartas”, en muchos países de África se dice: “Jo, vaya rollo de día, vamos a dar un golpe de Estado…”. Fuera de “bromas”, para estar donde está, y especialmente en los días que corren, es una nación más relajada.

Muchos viajeros eligen este país precisamente porque es más tranquilo y muy agradable. De hecho, es un lugar en el que te puedes encontrar unas cuantas mochileras viajando solas, lo cual, no es muy habitual en otros países de la zona. No tiene esa sensación de conflicto permanente que existe en la República Democrática del Congo o la República Centroafricana.

Por otro lado, están acostumbrados a los extranjeros y los locales no tardan en entablar conversación con el visitante. Eso sí, son persistentes y te siguen a todas partes. ¿Otro punto importante a destacar? ¡es barato! comparado con muchos de sus vecinos.

Ouagadougou (Uaga para los amigos), la capital, es una ciudad cómoda aunque tampoco es que tenga tanto que ver (eso sí, es un excelente lugar para sacarte los visados de otros países). No obstante, da gusto sentarte en un restaurante local con la música a tope, cerveza a tutti-plen y charlar con la gente. No os olvidéis de tapar las botellas porque las moscas se la beberán… tal cual os lo cuento. Luego se echan sus “bailessitos” alrededor de la mesa. Una actividad muy habitual también es ir al cine… al estilo africano.

Peor que las moscas alcohólicas anónimas de Burkina son los mosquitos (en algunas zonas de Uaga). Yo soy un experto cazador de mosquitos y reconozco que allí me sentí como Estados Unidos en Vietnam. Llegué con todo el arsenal y salí “to picoteao”. Son sigilosos, silenciosos, no descansan y dominan a la perfección el arte del camuflaje. Atraviesan paredes para picar si es necesario. Aviso a navegantes… y no olvidéis el repelente. Los “uagaduganos” estos voladores son de otro planeta. Lo bueno es que en este país hay una tienda de pistolas en cada esquina así que si te atosigan mucho y el repelente te abandona, te compras una 9mm de ocasión y te lías a tiros.

Con esto no quiero decir que haya más mosquitos que en otros lugares o que piquen más si no que… son diferentes. Como cuando a tu novia le preguntas: “Pero… Fulgencia, mi amor, ¿tú crees que Honorato, el amigo de Pantaleón que vino con Agripina, es más guapo que yo?” y te responde: “No, Pancracio, lo que pasa es que sois diferentes…”.


Aunque la luz se va cada 2×4 (cada 2×3 sería mucha luz), las infraestructuras son relativamente buenas. ¡Tienen hasta tren! Va a dos por hora pero… ¡tienen hasta tren! Muchos de los países africanos que tenían tren lo tienen actualmente en desuso así que fue una grata sorpresa.


Algo que es sorprendente es el aumento de musulmanes en el país. No por nada hay muchas mezquitas (de dimensiones cósmicas) en plena construcción y escuchar un “ashadujalaaaaaa…” por la calle, es normal. Lo bueno es que viven todos en armonía.

Y más sorprendentes aún son los supermercados. No tienen muchas cosas pero… ¡no falta una sección inmensa de productos para el blanqueamiento de la piel! Como lo oís. Si lo hubiese sabido el gran Michael Jackson… con la de dinero que se gastó el pobre en quedarse como la cuajada.

Por cierto, nada de comprar helado en Burkina Faso (ni en África en general). Recordad que se va la luz cada 2×4 como os decía y se está congelando y descongelando continuamente. Y tampoco busquéis pan en el súper. Para eso se va a la Boulangerie que es más fino (y el único lugar donde venden pan). La cerveza local, la Brakina, no está mal. Bien fría y con el “calorasso” que hace a veces, viene de perlas.

Yo ya no compro muchas cosas cuando viajo (que al principio llegaba a casa cargado como una mula de cosas hasta que llegó un día en el que para poner algo tenía que quitar algo o quitarme yo). Pero en Uaga hay un mercado de artesanías de los mejores que he visto en África. Con su parquecito, su bar y poca presión… que, a veces, se agradece.

Pasamos una temporada en Uaga pero, si me ponéis a elegir, una de las regiones más atractivas para visitar se encuentra en torno a Bobodioulaso, donde eres bobo si no te comes unos gusanos si estás de paso. Como hay mucho que contar sobre este lugar (y sobre Burkina Faso en general), voy a seguir la semana próxima pero os dejo un aperitivo de lo que viene… un rico y sabroso aperitivo…

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