Un avión de pasajeros de la aerolínea Malaysia Airlines con 295 personas a bordo -280 pasajeros y 15 tripulantes- se estrelló en Ucrania, a unos 60 kilómetros de la frontera con Rusia. El Boeing 777 volaba desde Amsterdam a Kuala Lumpur y sus ocupantes eran en su mayoría turistas. La aeronave cayó muy cerca de la ciudad de Donetsk, en la que se suceden las batallas entre rebeldes prorrusos y el Ejército ucranio.
Algunos restos del avión cayeron sobre una zona habitada causando 15 muertos y dañando varios edificios. Las primeras imágenes muestran un escenario dantesco. Entre los pasajeros del avión había holandeses, estadounidenses, británicos, franceses, belgas y daneses. Sus restos se encuentran esparcidos en un radio de 15 kilómetros.
Moscú afirma que el presidente Vladimir Putin habló con el presidente Barack Obama para informarle de la "catástrofe" ocurrida "en territorio ucraniano".
Según Anton Gerashenko, consejero del ministerio del Interior de Ucrania, el avión fue derribado por separatistas. El primer ministro del país, Petro Poroshenko, declaró en un comunicado que "no excluye" que el avión "haya sido abatido". Un portavoz del primer ministro precisó después que Poroshenko cree que se trata de un "acto terrorista". Los separatistas, por su parte, aseguran que no disponen de técnica para derribar aviones a la altura de la que volaba el avión de Malaysia Airlines, unos 10 kilómetros.
La agencia que regula la aviación civil en EE. UU. alerta a las aerolíneas para que eviten la frontera entre Ucrania y Rusia. Varias compañías, entre ellas Air France, British Airways o Turkish Airlines, ya han anunciado que no sobrevolarán la zona.
La tragedia se produce poco más de cuatro meses después de la extraña y aún no aclarada desaparición del vuelo 370 de Malaysia Airlines pocas horas después de despegar del aeropuerto internacional de Kuala Lumpur.