En los hechos de hoy, domingo 11, vuelco en la guerra de Rusia contra Ucrania. Importantes tropas de Ucrania, respaldadas por tanques y protegidas por defensas aéreas, avanzan de forma profunda en la región de Kursk. Los soldados rusos se rinden y miles de civiles rusos que se encontraban en la ciudad de Sudzha y sus alrededores huyen con todo lo que an podido acaparar.

En dos años y medio de guerra, se trató de una incursión ucraniana sin precedentes en Rusia. El gobernador interino de la región declaró el estado de emergencia y describió la situación como “muy difícil”. Es, sobre todo, humillante para un Putin que se enorgullece de proteger a la patria.

El ataque a Kursk esuna acción audaz y contraria a la intuición del ejército ucraniano, lo que un analista describió como “hacer lo menos obvio”.

A pesar de perder terreno en el este de Donetsk, Zelenski decidió enviar brigadas experimentadas a territorio ruso con el aparente objetivo de avergonzar al Kremlin y  obligar al Ministerio de Defensa ruso a redistribuir recursos y proporcionar al frente interno un impulso moral muy necesario.

George Barros, del Instituto para el Estudio de la Guerra, con sede en Washington, PUNTÓ que los ucranianos “lograron una operación sorpresa contra todo pronóstico y actualmente están explotando la falta de preparación de Rusia en sus zonas fronterizas” (la misma táctica funcionó en septiembre de 2022, cuando recuperaron gran parte de la región ocupada de Járkov en una semana).

El regimiento ruso encargado de defender esta parte de la frontera abandonó sus posiciones. Varias decenas de soldados fueron hechos prisioneros, lo que llevó al presidente ZelenskI a expresar “un agradecimiento especial a nuestros soldados y unidades que están reponiendo el ‘fondo de intercambio’, tomando prisioneros a los ocupantes y ayudando así a liberar a nuestro pueblo del cautiverio ruso”.

El jueves por la noche, una columna de refuerzos rusos fue derribada por un ataque con misiles cerca de la ciudad de Rylsk.

Encontrando poca resistencia y con las comunicaciones rusas en la región aparentemente bloqueadas por una guerra electrónica efectiva, las brigadas ucranianas avanzaron más de 20 kilómetros (12 millas) dentro de Kursk en los primeros dos días de la operación.

La buena información de inteligencia permitió a las unidades avanzadas avanzar aún más en un campo de batalla algo caótico, a menudo sorteando las defensas rusas. El viernes, las autoridades rusas habían perdido el control de al menos 250 kilómetros cuadrados de territorio, según varios análisis independientes y el análisis de la CNN.

Entre los lugares que quedaron bajo control ucraniano había un centro de tránsito de gas natural cerca de la frontera a través del cual Rusia suministra a Europa volúmenes sustanciales de gas natural.

El viernes, un canal militar ucraniano en Telegram declaró que la instalación estaba “bajo el control del 99º batallón mecanizado de la 61ª Brigada Mecanizada”, una de las unidades experimentadas que participaron en el asalto. Un vídeo mostraba a soldados frente al edificio.

En Rusia hay ira, descontento y frustración que está llegando con fuerza y de forma peligroda al Kremlin, al círculo que protege a Vladimir Putin, apuntaron analistas a Hechos de Hoy.

Andrey Gurulyov, ex comandante de la región, republicó un comentario en Telegram que exigía que los fiscales militares investigaran las decisiones de los comandantes de transferir unidades de la región de Kursk antes del ataque.

Además, entre los civiles rusos de la región cundió el resentimiento. Miles de personas huyeron de sus hogares. El jefe de la ciudad de Rylsk, a cierta distancia de las unidades ucranianas más avanzadas, dijo el viernes que más de la mitad de la población de 15.000 habitantes se había marchado.

Los vídeos difundidos en las redes sociales mostraron la frustración de los civiles ante la lenta respuesta de los militares; algunos apelaron directamente al presidente Putin.

Matthew Schmidt, que ha enseñado planificación estratégica y operativa en la Escuela de Comando y Estado Mayor del Ejército de Estados Unidos, dijo que “el uso creativo de la fuerza por parte de los ucranianos fue diseñado para presionar a los que toman las decisiones en Moscú” y posiblemente costarles el trabajo a algunos de ellos.

El bloguero militar ruso Vladislav Shurygin cristalizó todo esto en una publicación de Telegram, diciendo que el enemigo había “elegido muy hábilmente y con precisión una estrategia diferente: aprovechar la rigidez burocrática y la lentitud del sistema de gestión ruso, para agotar a Rusia con continuos ataques inesperados sobre infraestructura sensible y la población civil, provocando descontento, decepción y apatía”.

La operación Kursk también demuestra a los aliados de Ucrania que todavía tiene la energía y la imaginación para sorprender a su enemigo y avergonzar al Kremlin en un momento en que muchas de las noticias desde el frente eran sombrías para Kiev.

Shurygin no se olvida de eso. “El objetivo de esta nueva estrategia es poner a Rusia ante la perspectiva de una guerra cada vez más costosa (financieramente, en términos de reputación y organizativos) y obligarla a negociar la paz en noviembre o diciembre”.

Daniel Fried, del Atlantic Council, afirma que hay una larga historia de este tipo de incursiones militares sorpresivas, algunas intrascendentes y otras de gran impacto. s.

Fried, exsecretario de Estado adjunto de Estados Unidos para Europa, declaró que al demostrar el fracaso de Rusia en materia de inteligencia y su debilidad a lo largo de su frontera, la redada había perforado la narrativa del Kremlin “de que la resistencia ucraniana es inútil y el apoyo a Ucrania es inútil”.

La maniobra ucraniana en Kursk obliga al Ministerio de Defensa ruso a tomar algunas decisiones difíciles. Parece que los grupos existentes en Kursk, como la Guardia Nacional, el FSB y elementos irregulares, no están en condiciones de combatir a los ucranianos.

Cualquiera sea la combinación que elijan los rusos, están tratando de revertir un episodio humillante del conflicto justo cuando la superioridad masiva y aérea en el este de Donetsk estaba empezando a generar avances graduales, apuntalando la insistencia del Kremlin en que Ucrania renuncie a cuatro regiones orientales como condición para las negociaciones.

De nuevo, notas de bancos de inversión apuntan a que Ucrania ya actúa en modo OTAN y con la mentaliad de tener sus raíces en la Unión Europea. Se está avanzando hacia un plan de paz que podría suponer el final y la caída de Putin en Moscú a finales de este año 2024.