Los ingredientes
– 1 1/2 kilos de acelgas frescas de tallo ancho y bien blanco
– 2 cucharadas de aceite
– 130 gramos de mantequilla o margarina
– 1/4 litro de leche
– 150 gramos de queso gruyère rallado
– sal y pimienta
– una pizca de nuez moscada
La preparación
Lavar y limpiar las acelgas, quitar las hebras y reservar la parte verde para otra receta.
Cortar los tallos en trozos de unos tres centímetros y póngalos en una olla con agua fría y sal.
Cocer durante treinta minutos, escurrir en un colador.
Untar una fuente de horno con mantequilla o margarina y echar una capa de acelgas. Espolvorear con queso rallado, un poco de sal y pimienta y unos copitos de mantequilla.
Para la bechamel, calentar un poco de mantequilla en un cazo junto con el aceite, añadir la harina y, separado un instante del fuego, batir con energía con una cuchara de madera.
Poner de nuevo sobre el fuego, incorporar la leche removiendo sin cesar. Añadir un poco de sal y pimienta y una pizca de nuez moscada. Dejar cocer a fuego lento durante unos cinco minutos sin dejar de remover.
Vertir la bechamel sobre los tallos de acelga y espolvorear con otra buena capa de queso rallado.
Meter al horno hasta que esté bien gratinado.
Las acelgas son diuréticas, aportan calcio, potasio y magnesio y vitaminas B y C y fibras esenciales para regular el tránsito intestinal. (Foto: fenix27es)