Investidura en Andalucía, o crisis y ruptura, y convocatoria de nuevas elecciones con el mensaje devastador que supondría para los mercados y la confianza en al estabilidad de España antes de las elecciones generales. Con esta rotundidad ve Susana Díaz la situación política en Andalucía.
Indudablemente Susana Díaz ganó, y de forma sólida los últimos comicios regionales. Pero todo se ha enredado desde ese momento.
Este miércoles 19 se constituye el Parlamento de Andalucía. En su agenda figura el miércoles 29 la celebración de la sesión de investidura de la nueva presidenta.
En ese momento comienzan los problemas con varios escenarios:
a) Susana Díaz podría ser investida con la mayoría absoluta si hubiera generosidad política en la Cámara regional. Las consultas que se han desarrollado han confirmado que no existe ese clima.
b) Como segunda opción, Susana Díaz podría ser investida con los votos de Partido Popular (PP) (33 escaños), o de Podemos (15) o de Ciudadanos (9). Albert Rivera fue el primero en poner como condición la ruptura total de Susana Díaz con el expresidentes de Andalucía Manuel Chaves y José Antonio Griñán. El efecto Ciudadanos se extensió a las demás formaciones.
c) En la segunda sesión de investidura, Susana Díaz sólo necesitaría la mayoría simple que bien podría conseguirse con la abstención del partido de la derecha/centroderecha, PP; o extrema izquierda, Podemos (más un voto de Izquierda Unida, izquierda comunista)
De todas las posibilidades, la que desea Susana Díaz es la de convertiese en presidenta sin ningún pacto de gobierno ni coalición, teniendo las manos libres, y recibiendo inicialmente el apoyo del Partido Popular con su abstención. Así como un clima de entendimiento en esta nueva legislatura.
Pero sus planes se encuentra en un cierto callejón sin salida. Cuenta con una buena relación con la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, pero sin peso en el partido para ser decisiva.
A nivel regional su relación con Juan Manuel Moreno (Juanma) no es fluida. Si la decisión está sólo en sus manos no lo logrará.
Tampoco puede pedir que su petición llegue a La Moncloa a través de Felipe González. A Susana Díaz no le gustó que se impusiera silencio a José Luis Rodríguez Zapatero, que defiende a Carme Chacón, en la conferencia municipal del PSOE. Menos aún que Felipe González diera por cierto que Pedro Sánchez será el candidato del PSOE para las generales.
De ahí que como vía para evitar un ambiente de progresivo colapso en Sevilla, que pueda incluso llegar a desembocar en la convocatoria de nuevos comicios, haya decidido tocar las teclas de los lobbys del IBEX 35, las voces que Mariano Rajoy escucha y pondera.
Cuando Ana Botín estuvo en Sevilla, para mostrar el compromiso de Banco Santander con las pymes de Andalucía, Susana Díaz quiso que se pudiera visualizar bien este encuentro. Ana Botín viajó a Sevilla con el director general y responsable de Santander España, Enrique García Candelas, y del director territorial de Andalucía, Alberto Delgado.
Entre los lobbys que escucha Rajoy está Telefónica, BBVA y Banco Santander. El Rey Felipe VI observa con atención y escucha el momento político. En La Moncloa ya no pueden ignorar que los mercados, junto al elogio a las reformas trazadas en pie, aguardan ahora estabilidad y viven con inquietud el fenómeno de Podemos.
– Ver en Hechos de Hoy, Pablo Iglesias, Pedro Sánchez, Mariano Rajoy y Albert Rivera, las incógnitas.
