Horas de indigación y firmeza en un marco de enorme dramatismo en Bruselas. Ucrania está agonizando bajo el cerco brutal de fuego -lluvia de misiles y bombas sobre Kiev- pero la OTAN solo puede acceder como espectador a esta agonía y sufrimiento. Vladimir Putin ya ha amenazado con una respuesta de represalia nuclear -un o varios cohetes con ojiva nuclear sobre ciudades de Europa se si se socorre a Ucrania.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea han pactado un paquete adicional de sanciones a Rusia en la cumbre extraordinaria que se ha celebrado en Bruselas para responder a la invasión rusa de Ucrania.
Afectan al sector financiero, la energía, la industria aeronáutica, la tecnología o los visados. Finalmente, se queda fuera la exclusión de Rusia del sistema bancario SWIFT, una medida que también ha descartado de momento Estados Unidos.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ha detallado que las medidas financieras (primer pilar)cortan el acceso de Rusia a los mercados y al 70% del sector bancario ruso.
Las sanciones aumentan también los costes de Rusia para financiarse y van a erosionar la base industrial rusa. Además, se centran en la élite rusa, de manera "que no puedan esconder sus fondos y sus haberes en Europa".
El segundo pilar, el energético, se centra en las exportaciones del petróleo. "Hhará que sea imposible para Rusia el mejorar sus refinerías de petróleo", que le dieron al país beneficios por un valor de 24.000 millones de euros en 2019, ha dicho Von der Leyen.
El tercer bloque apunta al sector aeronáutico, y el cuarto punto limita el acceso de Moscú a tecnología puntera, como los euroconectores.
En cuanto a los visados, hombres de negocios u otros oligarcas "no van a tener un acceso privilegiado a la Unión Europea", señaló la presidenta.
Von der Leyen ha defendido que la unidad de la Unión Europea es su fuerza, algo que el Kremlin sabe y trata de erosionar. Ha señalado que estos acontecimientos marcan "una nueva era" y que Putin "tiene que fracasar y va a fracasar".
Con respecto a la cuestión del suministro energético, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha indicado que el asunto ha sido tratado en profundidad por los dirigentes europeos y se ha puesto de relevancia la necesidad de aumentar la soberanía energética, avanzando en la agenda 'verde' propuesta por Bruselas.
Por su lado, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, que ha mediado con Putin en las últimas semanas para evitar el conflicto, ha lamentado que ha decidido "lanzar la guerra cuando se podía negociar la paz" y ha acusado a Bielorrusia de "complice", por lo que las sanciones también le afectarán. El líder galo, ha dicho que es importante mantener los canales abiertos para lograr un alto el fuego lo antes posible.