Se puede decir más alto pero no más claro. Desde los comicios anticipados en  Cataluña, Mariano Rajoy marcó el rumbo de la serenidad y el diálogo dejando sobre los hombros de Alicia Sánchez-Camacho la oposición sobre el terreno en el día a día. A nivel de Gobierno, y tras el Consejo de Ministros, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, subrayó la oposición y respeto a la legalidad. "En democracia no hay legitimidad sin legalidad", sentenció la vicepresidenta.

Soraya Sáenz de Santamaría se pronunció así ante la declaración de soberanía que votará el Parlamento de Cataluña el próximo día 23. Dijo que contiene "manifestaciones inconsistentes e incoherentes con lo que es la realidad política en España y Europa", y advirtió además a Esquerra Republicana de Catalunya y Convergencia i Unió –Oriol Junqueras y Artur Mas– que gastan  "tiempo y dinero" en algo "que saben que no es constitucional".

La vicepresidenta reiteró lo dicho por el presidente de “cumplir y hacer cumplir la Constitución” subrayando además que Mas y Junqueras están actuando al margen de los tratados de la Unión Europea -en mensaje a la sociedad catalana y especialmente sus élites y clase empresarial- .“Ningún tratado internacional ampara declaraciones de soberanía en ese sentido", declaró Soraya Sáenz de Santamaría.

Frente a otros alarmismos -y la presión de hacedores de opinión en Madrid- Santamaría reitero que el Gobierno busca un acuerdo y tiene voluntad de entendimiento pero no entrará nunca, lógicamente, a negociar en torno a la Constitución. Además de nuevo insistió en que ésa no es la prioridad. "Por encima de los Gobiernos están los ciudadanos que en Cataluña están viviendo una crisis muy dura y muy larga y la inestabilidad no ayuda", dijo la vicepresidenta.

El Gobierno, según informaciones de Hechos de Hoy, va a procurar atemperar al máximo la tensión. La vicepresidenta ofreció una clave señalando, tras el Consejo de Ministros, que esperará “el contenido de cada decisión en cada momento y ver los efectos que pueda tener".