¿Estás pensando en adquirir un vehículo o maquinaria nueva para tu empresa? Sin duda, el renting o el leasing son siempre una opción muy interesante a tener en cuenta. No todas las veces disponemos del capital necesario para adquirir bienes muebles o inmuebles, para estos casos existen este tipo de contratos. En función de tus necesidades te conviene comparar y sopesar cuál es tu mejor opción.
 
Antes de tomar cualquier decisión, consulta con un simulador de renting y leasing.  Si necesitas un coche, furgoneta, camión o un tractor para tu empresa, comprarlo te costará desembolsar una alta inversión inicial. Mediante el renting y el leasing esto no será necesario, ya que pagando una pequeña cuota mensual estarás disfrutando de tu maquinaria a un menor coste, que podrás amortizar con tu trabajo a corto-medio plazo.
 
Todavía hay gente que piensa que el leasing y el renting son sinónimos. Muchos consideran que la única diferencia entre ambos tipos de contrataciones es que solo pueden optar al leasing las empresas y no las personas físicas. Esto último no es cierto, puesto que existe el leasing para particulares y autónomos. A continuación, te enseñamos las principales diferencias entre ambos tipos de contratación.
 
Diferencias entre Renting y Leasing
 
La diferencia fundamental entre ambas contrataciones es que el leasing es un tipo de financiación que permite alquilar el bien mueble o inmueble y al finalizar el contrato puedes adquirir dicho bien.  El renting, básicamente, consiste en un sistema de arrendamiento donde el arrendador no accede a la propiedad del bien cuando finaliza el contrato.
 
El renting en función al tipo de financiación que elijas puede incluir el seguro o mantenimiento. Además, puede incluir otros gastos como los impuestos o sustituirte el equipo en el caso de que este se averíe durante su uso. Si te gusta cambiar de furgoneta, camión o maquinaria para estar a la última en los bienes de tu empresa en todo momento, el renting puede resultar tu mejor opción.
 
La mayoría de las personas que optan finalmente por el renting lo hacen por cuestión de liquidez o ahorro financiero. También por la seguridad financiera, puesto que la cuota de renting será siempre un gasto fijo y no se verá afectada por los cambios en los tipos de interés o inflación que puedan surgir. Al margen, el renting ofrece grandes ventajas fiscales y destaca por ser personalizado y adaptarse a cada tipo de necesidad del usuario.
 
El leasing, así mismo, ofrece muchas ventajas fiscales y cobertura contra la inflación. Un contrato de leasing puede resultar más flexible y con mayores ventajas frente a otras opciones de financiación. Y lo mejor de todo, es que al finalizar el contrato puedes comprar el bien o renovarlo por otro más actualizado mediante otro contrato de leasing.
 
La tecnología avanza cada vez más rápidamente. El leasing ayuda a las empresas a disponer siempre de la última tecnología. Podrás financiar tu nuevo patrimonio mientras que este se amortiza y así mismo dispondrás de los últimos avances tecnológicos en todo momento.