Pánico en el vuelo LH1406 de Lufthansa entre Frankfurt y Belgrado donde un grupo de pasajeros integrado sobre todo por jugadores de balonmano de un equipo serbio lograron reducir a un hombre sentado en la primera fila que quiso forzar una de las puertas de la aeronave.
El avión aterrizó sin problemas dos horas después del despegue en el aeropuerto de destino y según la compañía, en ningún momento los pasajeros corrieron peligro ya que es prácticamente imposible abrir las puertas de acceso y salida.
El hombre, al parecer un estadounidense de origen jordano y que según la prensa serbia se llama Laken dijo que quería unirse a Alá y llevarse con él a todos los pasajeros.
El presidente del club de balonmano Vojvodina, Milan Djukic, afirmó que el autor del incidente le había "parecido sospechoso" y que el resto de pasajeros no se percató del suceso. La tripulación e integrantes del equipo lograron reducirlo y mantenerlo bajo control hasta que el avión aterrizó en Belgrado.
"Un hombre se levantó de su asiento e intentó hacer algo con una puerta pero fue detenido por los miembros de la tripulación y otros pasajeros", declaró Andreas Bartels, portavoz de Lufthansa, e indicó que no se trataba de la puerta de la cabina del piloto.
La Policía abordó el aparato nada más aterrizar y detuvo al hombre, que estará bajo custodia al menos 48 horas, acusado de poner en peligro la seguridad del vuelo.
La compañía aérea amplió sus medidas de seguridad en marzo pasado tras la tragedia de Germanwings, una subsidiaria de Lufthansa, cuando el copiloto estrelló intencionalmente en los Alpes el avión en el que viajaban 150 personas. Entre las nuevas medidas adoptadas fue mantener a dos miembros de la tripulación en la cabina en todo momento.