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Conmoción y rechazo ante el magnicidio en Puerto Príncipe. (Foto: CBS)

Conmoción y rechazo ante el magnicidio en Puerto Príncipe. (Foto: CBS)

REPÚBLICA DOMINICANA CIERRA SU FRONTERA

Rechazo en América Latina al brutal magnicidio en Puerto Príncipe

República Dominicana cerró y militarizó su frontera. Colombia pidió la intervención de la OEA. Confusión sobre quién tiene el poder en Haití. Un comando tomó el control del barrio de Pelerin en Puerto Príncipe para asesinar al presidente, Jovenel Moïse.

Hechosdehoy / Ignacio R. Ferreiro

Conmoción política en América Latina por el magnicidio en Puerto Príncipe. Preocupación de Estados Unidos y la OEA sobre quien preparó, organizó y decidió el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse

República Dominicana activó la Operación Gavión. El Ministerio de Defensa ordenó un despliegue militar en la frontera por cielo, mar y tierra. El presidente Luis Abinader, tras una cumbre de urgencia, tomó la decisión de cerrar y militarizar la frontera de República Dominicana con Haití. 

Luis Abinader, muy afectado ante el magnicidio cometido por un comando militar muy sofisticado. que tomó el control del barrio de Pelerin en Puerto Príncipe, donde residía el presidente. Tenían orden de asesinar a Jovenel Moïse y a la primera dama.

Se sabe que el comando llegó de madrugada a Puerto Príncipe (entre la 1:00 a.m y las 2:00 a.m.). El presidente había convertido la casa donde residía en un modesto palacio presidencial con una reducida protección y vigilancia.

Analistas políticos calificaron el magnicidio de golpe de Estado para derrocar salvajemente al presidente y crear un escenario de caos político abriendo dudas entre la Policía y las Fuerzas Armadas.

En Washington, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, condenó el “atroz” asesinato esta madrugada del presidente Jovenel Moïse. Señaló que es una señal “muy preocupante” del estado de la crisis política en Haití.

"Estamos impactados y tristes por el horrible asesinato del presidente Jovenel Moise y el ataque a la primera dama, Martine Moise de Haití", dijo Joe Biden. En un comunicado de la Casa Blanca, el presidente envió deseos sinceros de recuperación a la primera dama, además de sus condolencias al pueblo de Haití.

En Santo Domingo y en Puerto Príncipe inquieta la misma pregunta: ¿quién y por qué ordenó el magnicidio?

Recientemente en Quito, se produjo la reunión secreta de Moïse y Abinader frente a ultranacionalistas. En las orillas de la jura de Guillermo Lasso en Quito, Luis Abinader y Jovenel Moïse, en encuentro reservado, pactaron un frente común contra los ultranacionalistas en República Dominicana y Haití

El final del mandato de Michel Martelly

Jovenel Moïse, de 53 años, era un presidente discutido, e incluso despreciado por sectores bien diferentes, en su propio país. La oposición llegó incluso a utilizar la figura de Joseph Mécène, un juez de 72 años, para crear su propio presidente.  La operación fracasó pero se convirtió en detonante de disturbios cada vez más violentos en el país.

Hijo de un comerciante y una costurera, Jovenel Moïse no quería dejar el poder hasta febrero de 2022. Pero la tensión no estaba dejando de crecer en un país al borde de la descomposición dibujando lo que los analistas han comenzado a definir como el nuevo Líbano o la nueva Somalia en el corazón del Caribe.

Todo comenzó en las elecciones de 2015. Michel Martelly finalizó su gestión, pero los caóticos comicios convocados obligaron a nombrar un presidente interino de otro partido, hasta que la autoridad electoral reconoció la victoria de Moïse un año después.

Lo sucedido en Haití coloca en primer plano a lo que el fallecido presidente llegó a calificar como "los oligarcas corruptos". Les acusó de querer utilizar los tres poderes (Legislativo, Judicial y Ejecutivo). Apuntando, sin nombrarlos  de manera directa a los Vorbe, una de las familias más poderosas, dueñas de la electricidad en el país. 

En los últimos 35 años, se han sucedido 20 presidentes, de generales a pastores evangélicos. Jovenel Moïse fue elegido en 2015 con la promesa de llevar agua corriente y electricidad a todo el país. Entonces, de los nueve millones de caribeños que no tenían luz, siete vivían en Haití.

Sin embargo, en los comicios solo participó el 21% de la población y obtuvo 600.000 votos en un país de 11 millones de habitantes. Moïse ha estado gobernando por decreto desde hace un año. Buscaba la reforma de la Constitución de 1987.

En la actualidad, con esta Constitución, el margen de actuación del presidente es estrecho. Controlado por el Congreso y el primer ministro, Moïse buscaba crear el cargo de vicepresidente y eliminar el de primer ministro. Pretendía unir Congreso y Senado en una sola Cámara. Y trataba a la vez, y era y es una cuestión esencial, dotar de derechos para elegir y ser elegido a los haitianos en el exterior. Defendía a la vez la posibilidad de dos mandatos consecutivos.

Con este magnicidio, Haití se convierte en un foco de crisis de primer orden en el Caribe abriendo graves interrogantes para República Dominicana. El mayor problema en Haití en la actualidad es el enorme poder de las bandas violentas, el crimen organizado y los narcos. Todos están armados hasta los dientes.

Nunca en la historia de Haití han existido bandas armadas con este poder e importancia. Con este golpe en Puerto Príncipe, ¿han enviado el macabro mensaje de que el poder está en sus manos? ¿Un golpe de Estado para ocupar el poder o para demostrar que el Estado dejó de existir en Haití?

En 2010, en menos de un minuto, un terremoto salvaje mató a 250.000 personas y destruyó Puerto Príncipe.  El sismo del 11 de enero impactó al mundo y generó una ola de solidaridad y donaciones sin precedentes. Haití pasó a convertirse en la República de las ONG. Pero su falta de estructura política y económica fustró convertir aquellas ayudas en una transformación radical y nuevo comienzo del país.

Hoy, este 7 de julio de 2021, es un cruel sismo político el que se produjo en Puerto Príncipe con el asesinato a quemarropa del hombre que soñaba con un nuevo país. Quién lo mató o mandó asesinarlo buscaba frustrar también esta segunda oportunidad de un nuevo país. Sin duda una tragedia para Haití y también para República Dominicana -el matrimonio sin posibilidad de divorcio en la isla de La Española-.

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