François Hollande considera imprescindible una cumbre, el seis de marzo, con Angela Merkel (Alemania), Paolo Gentiloni (Italia) y Mariano Rajoy (España) de respuestas y plan estratégico de la Unión Europea ante el Brexit, el auge de los populismos y la incertidumbre electoral en Francia. Fue el asunto de fondo de la XV cumbre hispano-francesa en Málaga a la que François Hollande viajó acompañado por seis ministros (Exteriores, Interior, Justicia, Energía, Educación y Finanzas) y dos secretarios de Estado (Transportes y Deporte).
Aunque se han abordado a fondo todos los asuntos bilaterales, François Hollande compartió con Mariano Rajoy – en una cumbre de especial química entre ambos- su preocupación por la hostilidad contra la Unión Europea mostrada abiertamente por Donald Trump desde su llegada a la Casa Blanca. François Hollande considera importante celebrar una cumbre especial de las cuatro potencias europea –Francia, Alemania, Italia y España– tras la ruptura del Reino Unido con la Unión.
El escenario político es diferente. François Hollande no será candidato a la presidenciales de abril en Francia. Podría sucederle la eurófoba Marine Le Pen. En Italia no está Matteo Renzi, quien apartó a España del centro de poder en la Unión. Pese a las facturas del bloqueo político en España, Angela Merkel quiso incoporar a Mariano Rajoy a la cumbre de despedida de Barack Obama. François Hollande quiere ahora a Mariano Rajoy y España en el puente de mando.
En lo esencial, España y Francia apuestan por la defensa europea, culminar la unión económica y monetaria. y el mercado único digital y de la energía. Especial acento cultural. Visita al museo de arte de la ciudad en el Palacio de la Aduana, y el centro Pompidou de Málaga, que en 2015 se convirtió en la primera sede del museo francés fuera de París.